Mientras Macri viaja a Uruguay para intentar convencer al presidente Tabaré Vázquez de reflotar la candidatura para el Mundial 2030, en Argentina, la misión del FMI a cargo de Roberto Cardarelli y Trevor Alleyne, solicitó una entrevista fuera de agenda con el ex Ministro de Economía Axel Kicillof.
El equipo técnico del FMI que viajó a nuestro país para fiscalizar el cumplimiento del plan acordado con el Gobierno macrista, solicitó una reunión con el ex ministro y actual diputado Axel Kicillof, quién recibió a Cardarelli y Alleyne por casi 2 horas en su despacho del Congreso de la Nación.
En pleno año electoral, los enviados de Lagarde buscan confirmar que, de cambiar el rumbo político del país, se mantenga el acuerdo con el Fondo y se evite un default, a lo que Kicillof adelantó que “Nuestro gobierno pagó la deuda que contrajeron otros y sin pedir prestado. Sin un programa sustentable no hay crecimiento posible por lo que se vuelve inviable el pago de los compromisos“.
Tal vez a modo de mensaje subliminal, además del mate y los bizcochitos, durante el encuentro Kicillof tuvo en la mesa el libro “POR QUÉ LA AUSTERIDAD MATA“, El coste humano de las políticas de recorte, de David Stuckler.
La política de Cristina, engrosar durante 12 años la administración pública, regalar planes y motivar este estilo de vida, llevará varias generaciones cambiar. Unos trabajan y otros “trabajan” para no dejar trabajar (piketeros)
Es claro el concepto que tuvo este ex-ministro de economía, lástima que representa a un gobierno y gestión que fue la más corrupta, además de los yerros garrafales con expropiar a los españoles de tal modo, que nos hicieron sendos juicios.
El Kirchnerismo fue tóxico y nefasto para el país, dejó en terapia intensiva al peronismo.
Obviamente el macrismo hizo una pésima gestión…