Mientras el deterioro de las relaciones con Brasil y Uruguay hunde a nuestro país en una situación de aislamiento sin precedentes, el embajador Scioli cierra un negocio de cincuenta millones de dólares… muy conveniente para un amigo.
Daniel Scioli no fue solo a Brasilia. Se llevó a su contador, Rafael Perelmiter, con quien mantiene un vínculo atávico, como si fuera su gurú. Con categoría de “Ministro Plenipotenciario de Primera Clase”, el contable fue designado cinco semanas antes que el embajador, cuyos números garabatea desde tiempos inmemoriales. Está muy bien, toda embajada es una agencia de negocios. Donde entra el comercio no entran las balas, dicen.
Las cosas no están fáciles. Bolsonaro abre la economía mientras Argentina cae en el ostracismo. Ellos quieren liberar aranceles, competir con el mundo, generar oportunidades de progreso para los individuos. Delirios liberales. Nosotros, una versión arancelaria de la “Cúpula de hierro” israelí. Si los roces políticos alcanzaran la economía, si la sangre llegara al río, sería grave. Las circunstancias ameritan una diplomacia de fuste. Con prioridades claras. Que no se pierda en chiquitaje.
El 2 de Marzo, Daniel Scioli anunció que, luego de 8 años, Brasil volvería a importar nuestros langostinos. El propio embajador se había tomado el trabajo de visitar personalmente a numerosas autoridades cariocas, a fin de hacerles oír su pedido. El monto de este mercado recuperado se estima en cincuenta millones de dólares.
Luego de la elección presidencial de 2019, una procesión de empresarios se acercó para homenajear al reciente vencedor. Alberto los recibió y atendió a sus pedidos con generosidad. Ritos de unción, juramentos de lealtad, la historia más vieja del mundo todavía se repite bajo apariencia deconstruida. Cincuenta millones de dólares, prometió invertir Rubén Cherñajovsky. Alberto celebró la promesa con un tweet:
En enero de 2020, desde Newsan tenían dudas de que hubiera voluntad política y gestión para recuperar el negocio.
La empresa de Cherñajovsky, Newsan Food (Tradarsa), es la mayor exportadora de langostinos del país.
Desde la página oficial de Newsan, Cherñajovsky se reconoce “amigo” de “Daniel” (Scioli), a quien ayudó en la campaña presidencial de 2015. En un gesto de reciprocidad, el Embajador en persona recorrió cuanta dependencia pública hizo falta para peticionar por los langostinos del amigo Rubén, hasta que lo logró. “Mi honra está en juego, y de aquí no me muevo”, dijo Rodrigo Díaz de Carreras, aquel adelantado que terminó vendiendo artesanías. Como Daniel, que se perdió en chiquitaje.
Es una nota un poco injusta , presenta a Scioli como un simple operador de su amigo y si bien pudo haberlo hecho ( que implica 50 millones de U$S bien venidos al pais ) seguramente que tambien batalló por otras colocaciones de exportaciones que aca no estan mostradas. Cuando se comenta elogiosamente que Bolsonario abre su economia , se desliza una crítica a los paises que no lo hacen y eso no es necesariamente un mala política, dependiendo el momento en que se aplique. No hay que mezclar las posiciones de uno si no se pierde la objetividad y en lo que uds. hacen es la base de la credibilidad .