Un funcionario de Kicillof en la provincia de Buenos Aires se lanza a boicotear la sostenibilidad fiscal del Chaco. Su nombre, Jorge Capitañich.
Axel Kicillof ha sumado un nuevo cuadro a su hipertrofiada administración. Se trata de Jorge “Coqui” Capitanich, el caudillo chaqueño caído en desgracia. Juan Cuattromo, presidente del Banco Provincia, fundó a tal efecto un Centro de Estudios Federales en su entidad, donde nombró a Capitanich, cuyo último sueldo fue de unos dos millones y medio, para comenzar, en agosto, a relanzar su carrera política.
Renovado por el respaldo bonaerense, Coqui volvió a Resistencia para ordenar la tropa, cosa que, según su reciente comunicado, el empleado de Kicillof piensa hacer a rebencazo limpio: “Instamos a los diputados y diputadas de nuestro bloque y a los afiliados a nuestro Partido Justicialista, a acatar estrictamente la consigna de rechazar este proyecto de endeudamiento, conforme a las prescripciones del artículo 29 de la Constitución Nacional y los artículos 5 y concomitantes de la Constitución Provincial. El incumplimiento de esta consigna implicará la aplicación de las sanciones establecidas en la carta orgánica y el tribunal de disciplina partidaria”.
El gobierno de Chaco tiene en sus planes suscribir deuda por 150 millones de dólares en el marco de un proyecto de emergencia energética, y el plan es impedirlo a toda costa. Estas medidas merecen un serio debate, sin embargo, Jorge Capitanich no puede justificar su postura obstructiva. Él mismo gobernó bajo un estricto régimen de emergencias: hídrica, energética, agraria, sanitaria, alimentaria, etc, y cada una fue una buena excusa para contraer más y más empréstitos. Solo en ocasión de la emergencia hídrica, el Coqui fue autorizado a tomar deuda por el equivalente de mil millones de dólares. Además, durante su mandato, Chaco se endeudó en moneda extranjera por un monto de 250 millones de dólares, es decir que ese endeudamiento es malo, pero no tan malo cuando los billetes los cuenta un compañero. Para colmo, cuando tocaba empezar a pagar, renegoció los bonos de modo que le caigan los vencimientos de capital a la gestión actual.
Viendo lo que está pasando en Resistencia, la jugada del agente bonaerense se ve clara. Consiste en boicotear las finanzas provinciales, dejar a la provincia sin financiación y hundirla en una crisis energética sin precedentes. De esta forma su fundan las bases para que en 2027 muchos chaqueños, vapuleados por la crisis, acepten que los radicales “vinieron a eso” porque son “la derecha hambreadora” y que la única solución a sus problemas consiste en votar la fórmula “Kicillof presidente, Capitanich Gobernador”.
Hay que que refundar el Estado. Los tiempos cambiaron, los politicos no se guian como hace 200 años, por patriotismo. Necesitamos nuevas reglas de juego. Ej: una institucion gubernamental, con sus directores de carrera hacen que todo funcione ordenada y organicamente normal. Pero cuando por ensima del este cargo ponen un politico comienza el desastre y es una cosa de nunca acabar, Siempre terminan en desastre por su “nuevas y mejores politicas” para el choreo. y vienen uno detras de otro y los desastres son continuos. Por la falta de reglas nuevas.
Si todos los politicos y sus complices se quedaran una mañana en sus domicilios, y se tragaran las llaves de las puertas de sus casas, el pueblo deberia crear una nueva clase dirigente con aquellos que nunca ocuparon un cargo desde puntero a presidente y no hayan pertenecido a algun partido politico, y sin dudas, este pais saldria adelante en tiempo record.
Lo que se propone es una solución simplista y utópica. No son iguales todos los políticos, lo difícil es encontrar a los que sean aptos y bien intencionados. La aptitud implica conocer los mecanismos del Estado: no se puede conducir eficazmente lo que no se conoce. La aptitud también se manifiesta en la capacidad de tomar decisiones criteriosas. Asegurada la aptitud, ésta debe estar al servicio de la buena intención: privilegiar los intereses nacionales y el bienestar y el desarrollo de toda la población. Nada más sencillo de enunciar y difícil de ejecutar.
Es el Sr/a un politico?