Tras el ataque ocurrido el 13 de marzo al vehículo presidencial, desde El Disenso te mostramos a los responsables de las roturas de vidrios y te contamos qué fue lo que ¿falló?
La Seguridad del Presidente
La Casa Militar es responsable de la seguridad del presidente. La custodia es la perspectiva más visible de la institución, especialmente cuando es delegada en los granaderos, herederos ceremoniales de la Guardia Suiza del Vaticano o la Guardia Pretoriana de Roma. Pero la Casa Militar también tiene un aspecto invisible, incluso secreto, del que se habla poco pero es muy importante en el ideario popular a través de una tradición de ficciones que va desde “Los tres mosqueteros” de Dumas hasta las modernas películas películas de acción, donde los leales agentes del servicio secreto del capitolio desarticulan las conspiraciones más sofisticadas.
La inteligencia indispensable para garantizar la integridad del presidente corresponde a la Casa Militar que, careciendo de facultades propias, mantiene una interacción constante con la Agencia de Inteligencia del Estado. Si bien la ley le impide investigar ciudadanos “por el solo hecho” de su militancia (ley 25520 art 4), lo que se conoce normalmente como “inteligencia interna”, cuando la integridad física del presidente está en juego, la Agencia debe escanear las posibles amenazas (decreto 2559/1985) y proveer la información necesaria para que Casa Militar tome los debidos recaudos, que normalmente consisten en medidas tan sencillas como el requerimiento de un cordón policial o un cambio sorpresivo de itinerario.
Cuando Alberto decidió viajar a Lago Puelo, la AFI debió realizar inteligencia sobre los conflictos de la zona, en tanto pudieran representar un peligro concreto a la vida del presidente. Entre muchas posibilidades de amenazas operativas que debieron ser monitoreadas, señalamos cinco.
1) En el sur hay focos de incendio ininterrumpidos desde el mes de enero. El 11 de marzo el Ministro Juan Cabandié, desde Lago Puelo, expresó de forma categórica que el flagelo que asola a la comarca había sido provocado intencionalmente, y que los focos de incendio se generaban en forma prácticamente simultánea. La perspectiva del titular de Medio Ambiente presume la existencia de una organización criminal.
2) Junto con los incendios, ganó escala la toma de terrenos que comenzó en 2017, y que acredita entre sus logros la destrucción de la futura Escuela de Guardabosques en Villa Mascardi. Hoy, hileras de ocupas, desconocidos para los lugareños, se amontonan a la vera de las rutas del sur para tomar los terrenos quemados en una maniobra visiblemente organizada.
3) Además, la cuestión mapuche debió ser analizada. Sus ribetes de nacionalismo incipiente tienen potencial para convertirse en una crisis geopolítica con centro en Vaca Muerta. En Irak y Siria los conflictos étnicos favorecieron un modelo muy lucrativo de explotación petrolera en contexto de guerra.
4) Por otro lado, de acuerdo a la denuncia penal realizada por la ministra Frederic contra los vecinos de la zona conflictuada, estos también habrían mostrado propensión al crimen organizado, proveyéndose de armas para generar y producir hechos de violencia. (vale aclarar que la denuncia de marras fue desestimada por la justicia)
5) Los conflictos por la megaminería, que veremos más abajo.
El atentado
El sábado 13 de marzo Alberto viajó a Chubut para recorrer las zonas afectadas por los incendios forestales. Presumiblemente el viaje fue programado en dos días, luego de que los ministros Cabandié y de Pedro visitaran la zona y constataran el alcance de los daños causados por los incendios.
A las 12 en punto, al menos 4 personas vandalizaron el vehículo de la comitiva presidencial, arrojando piedras con notable sincronización. Nadie había previsto el hecho. ¿Pudo ser previsto? Si, categóricamente, el atentado era previsible.
Apenas 1 semana antes de la visita de Fernández, unos 500 manifestantes anti minería habían realizado un acto multitudinario en Trelew donde procedieron a quemar una muñeco de tamaño real con la cara del Presidente de la nación.
Nadie reparó en esto, ni Caamaño ni sus grandes analistas lo vieron, aunque estaba en todas las redes. Caamaño estaría ocupada publicando clasificados, porque la AFI siempre está corta de durleros (o durlockeros), o tachando los nombres de los espías en los libros de actas que ya se filtraron, o quizás organizando el asadito con Víctor Hugo o con alguna otra celebrity Nac & Pop. Una digresión, si su antecesor, Gustavo Arribas, se hubiera juntado a comer un asado con algún periodista comprometido con el cambio, pongámosle Luís Majul, muchos hubiéramos presumido la evidencia de contubernios políticos non sanctos entre la ex SIDE y los grandes medios, y esto muestra que, en términos de periodismo opositor, hay muchos campos inexplorados hoy en día.
Los más preclaros analistas de datos de la AFI, por esos días y según las malas lenguas, se hallaban inmersos en un megaoperativo cibernético que a grandes rasgos consistía en hacer muchas denuncias simultáneas para que Twitter elimine las cuentas de Santiago Cuneo; parecía sencillo, hasta que el periodista tomó de su mesa de luz el betún para zapatos, se pintó la cara y los dejó como yanquis en Vietnam. Por estos, o por otros motivos inequívocamente igual de estúpidos, una AFI distraída incumplió su deber de brindar inteligencia para preservar la integridad de Alberto Fernández en Lago Puelo.
La agresión al presidente
Nota: El material gráfico fue obtenido a partir de filmaciones subidas a las redes sociales en la hora posterior al evento de mención. Incluye material de televisión profesional y amateur, proveniente de asistentes al encuentro. Las fotos utilizadas provienen de medios gráficos y perfiles públicos en redes sociales, utilizándose también capturas de pantalla para poder realizar el seguimiento de las 4 personas a lo largo de la estadía del Presidente en el lugar.
Vamos a mostrar los 4 piedrazos que rompieron los vidrios del vehículo presidencial y a las 4 personas que arrojaron las piedras. Al llegar el helicóptero presidencial, 2 de las 4 personas que perpetraron el ataque al vehículo se encontraban esperándolo en el lugar. Se trata de simpatizantes del movimiento “No a la mina”.
Hombre #1
El hombre, de aproximadamente 45 años, lleva un cartel bastante particular en la mano que permite su identificación a lo largo de las diferentes tomas. Al momento de la agresión se saca la camisa y se queda en remera, lo que demuestra que estaba acompañado de una segunda persona a quien le dio la prenda de vestir.
Mujer #1
La mujer que arrojó la piedra y rompió el vidrio lateral de la van también estaba presente en el predio donde descendió el helicóptero. Su vestimenta también sufrió modificaciones al momento del ataque al vehículo presidencial. Esta persona también estaba acompañada por otra mujer que se quedó junto a quienes sostenían los carteles de “No a la mina” durante la agresión.
Identificada con un mono verde con rayas reflectantes de logo “Cws” y su rostro tapado por un pañuelo violeta, al momento de manifestarse y agredir a la comitiva había enrollado su vestimenta a la cintura y lucía un tank top negro con gorrita azul.
Primero acompaña el lateral del vehículo y golpea con el puño el vidrio del acompañante del conductor. Luego se dirige hacia el capot. Y finalmente se agacha a juntar una piedra que segundos después arroja al vidrio lateral que estalla al contacto.
Tras el ataque estas personas se juntaron en la plaza del pueblo (no se retiraron en ninguna Duster de la Policía de Chubut). En ese lugar posaron con sus carteles para una sesión de fotos que fue subida por una fotógrafa a diversas redes.
Mujer #2
La mujer de minifalda de jean, remera y barbijo rosa, con el celular de funda fucsia que utilizó para filmar toda la secuencia de agresión a la comitiva presidencial, llegó al lugar como parte de la marcha que hizo su ingreso al predio con una bandera que rezaba “No al saqueo minero” perteneciente a la ONG “No a la mina”.
Esta persona estaba acompañada por otras dos. La fisonomía de una de estas dos mujeres concuerda con la de una de las integrantes de una LOF que “recupera territorios ancestrales” y es parte de la asamblea contra la megaminería, por lo que podría tratarse de la misma persona.
Durante la secuencia del ataque al vehículo primero filmó sobre el lateral izquierdo, junto al Hombre #1 y a la Mujer #3, luego se bajó el barbijo rosa, por lo que su cara se refleja en el vidrio de la van.
Mujer #3
La tercera mujer, que arrojó la primera piedra contra el vidrio posterior izquierdo, estaba vestida con un pantalón cargo verde, remera corta negra, mostraba un cartel de tamaño mediano/chico y cargaba una mochila con un pañuelo verde colgando, que permitió su identificación en las diferentes tomas.
Las mujeres #2 y #3 y el hombre #1 se pegan al lateral del vehículo presidencial y luego van por detrás de la van desde donde lanzan las piedras que rompen los vidrios traseros.
Tras el ataque, los 4 se retiran al mismo tiempo, rumbo a la plaza.
Se trata del mismo grupo anti-minería que días atrás quemó en Trelew el muñeco del Presidente y se manifiesta realizando cortes de ruta o mostrando fotos de políticos con tiros en la cabeza.
Y es la misma gente, “No a la Mina”, que distribuyó la información respecto al vehículo Duster NZX682 perteneciente a la brigada de investigaciones de Chubut alegando que los “infiltrados” que “arrojaron piedras” huyeron en ese vehículo.
Esta información fue recopilada en poco tiempo (unas 4 horas aquel sábado) por dos blogueros sin experiencia en inteligencia, en seguridad, ni en revisión de cámaras, a 1700 kilómetros del hecho, ¿Cómo la Agencia Federal de Inteligencia no pudo prever la posibilidad de un incidente? ¿Cómo el Ministerio de Seguridad no logró resolver la crisis inmediatamente con los arrestos pertinentes y se entregó de lleno a falsas pistas dirigidas contra policías chubutenses o militantes de la UOCRA que fueron detenidos solo para no quedarse con las manos vacías?
Los grupos antimineros radicalizados siguen publicando sus actividades, y desde allí se ríen de los destrozos que causan a la propiedad pública. Probablemente no hayan planificado lastimar al presidente, pero la ineficiente respuesta del Estado ante los hechos vandálicos los anime a ser más violentos y más audaces en el futuro, a ellos y a otros grupos de manifestantes del país. Una serie de arrestos precisos e inmediatos hubiera cumplido una función preventiva respecto a futuros atentados, en cambio, la inacción estatal es una invitación abierta para que los próximos manifestantes expandan su vandalismo hasta nuevos límites.
Desinteligencias que se siguen sumando en “La Casa” pero que esta vez, pusieron en riesgo la integridad presidencial.
La invasión comienza con la infección de la imaginación para lograr el desgobierno del sí mismo en la población. Los psicópatas teledirigen con simulaciones y simulacros para imponer sus escenarios convenientes en donde la lógica del sentido común es violentada constantemente por la fuerza del interés que es lo único que mueve al psicópata, que ha asumido su condición sin posibilidad alguna de discernir su estado y a lo que realmente es fiel y sincero. El requisito que se exige para entrar en el juego del poder es dejarse fuera a sí mismo, es dejar a la verdad fuera para entrar al templo, sea éste religioso, político, económico, militar, académico, mediático, científico o cultural. Es así que el ser cooptado por el parásito del poder pone su propio desvalor en la palabra, también en lo que imagina y hace, sin reconocer los efectos al estar alienado de la realidad.
Si no está Fernandez vendrá otro que siga con el juego de dominación mundial con el símbolo de poder del dinero, cuyo poder y fuerza subyace en la creencia del socio y cliente, la misma creencia y valor que depositan en la palabra, esta vaca sagrada e intocable que pende de un hilo de falacia lógica. Sin embargo con solo una idea pueden poseer a los elementos, el agua, el fuego, la tierra y últimamente el aire.
La idea de poder es un parásito que asume su condición etérea e inmortal simplemente porque es una idea que se transmite y programa mediante los libros sagrados y sus mitos, que configuran al intelecto mediante la palabra para preparar el terreno de la imaginación con un constructo llamado mente que pone límites a lo posible en lo probable pero ajustado a un campo de acción controlado exógenamente. Este contructo es configurado para la adaptación al sistema artificial como si fuera el natural. Sin embargo la naturaleza se abre paso en la cultura para poner un piso fuerte de memoria y así continuar el legado de la libertad y de la esencia humana, legando la carga de sus luces y sombras no discernidas. Es así que el poder necesita borrar o manipular la historia para lograr orfandad como trauma en la población y que usa como sello en la memoria colectiva para ocupar los espacios de libertad de los comunes. Este proceso nunca es permanenente porque la naturaleza se abre paso siempre, pero les da tiempo para reprogramar el sistema, y si es necesario lo destruyéndolo todo.
El parásito logra convencer en un grado de distorsión tan intenso por la ilusión mental, a que el Ser asuma esa misma condición parásita como propia en relación con su cuerpo enajenado. Es así como surje la atudestrucción como solución para el eliminar al parásito eliminándose a sí mismo. El escenario de esta posibilidad toma curso en el matrimonio entre la víctima y el victimario. Esta enajenación también les sirve para configurar ambigüedades sexuales que les sirve para dirigir la soberanía de los cuerpos con la ley.
La V de victoria hace referencia a la dominación del mundo que es en realidad la Y, que demarca el descenso como involución del Ser, y que se programa como revolución en un giro de 360 grados para que nada cambie y la degradación continue hasta la implosión. Es una magna patología que evidencia la proyección de su propio desdominio de sí mismos.
El símbolo del dinero implantado en el cuerpo es la bandera definitiva de la conquista del mundo por esa civilización desconocida que implantó el parásito. El simbolo implantado confirma la pertenecia total del ser al Estado y consecuentemente ser un objeto más a los designios del templo bancario.
Los políticos están enajenados de la realidad como de sí mismos y es inútil querer comprender su forma como lógica natural ya que es una aberración humana. La verdad contiene en si misma la perfección lógica, implacable, sin contradicción ni ambiguedad, y puede sentirse claramente como inteligencia, diferenciándose del desatino. Este sentido natural es negado a cada instante en el camino del psicópata. El psicópata está tan perdido que ni siquiera el amor por su familia es suficiente para despertar de su ilusión y la poca verdad que consiguen se desvanece al instante, es así que el materialismo y lo superficial es el único cause que da sentido para su vida convirtiéndose en una serpiente que se arrastra sin posibilidad de mirar al cielo. En el otro extremo como efecto del sistema se encuentra al santo como resultado de la enajenación del cuerpo hacia la imaginación como la única realidad rompiendo contacto con la tierra.
De estos principios se configuran las sectas de la luz y de la oscuridad y su unificación es en la secta luciferina, que renuncia totalmente a todo discernimiento, es la secta del poder.