El color del Aborto Clandestino

¿Querés saber de qué color es el Aborto Clandestino?

Preguntale al Ministro de Salud, que fue al Congreso a militar la IVE sin mencionar sus estrechos lazos con la comisión Guttmacher-Lancet fundada por el ex Director de Planned Parenthood. Rubinstein es el responsable de que el Ministerio de Salud de la Nación haya publicado el “Plan Nacional de Prevención y Reducción del Embarazo no Intencional en la Adolescencia 2017-2019” donde garantiza a todos los adolescentes “el acceso al aborto en condiciones seguras” en la ilegalidad.

Preguntale a todas las organizaciones que reciben fondos millonarios de la mayor entidad abortista del mundo, para instalarla en un país que penaliza esa práctica. Estas entidades han hecho desfilar por el Honorable Congreso, docenas y docenas de sus empleados, asesores, aliados y científicos rentados. Como representantes del Cártel de Sinaloa que se presentaran ante los legisladores para persuadirlos de legalizar las drogas, uno por uno han expuesto para defender a capa y espada los intereses de la internacional abortista, pero ningún legislador se atrevió a preguntarles por la clandestinidad.

Preguntale a la Dra. Sandra B. Vázquez, Directora de Casa FUSA/IPPF y asesora de Salud Sexual y Procreación Responsable en Nación, quien junto al Dr. Enrique Berner, desde el Hospital Argerich, realizó una “experiencia de consejería para adolescentes” que logró que el 91% de las jóvenes decidiera abortar en la clandestinidad.

Preguntale a la Dra. Mirtha Roses Periago, ex directora de la OMS, organismo que seleccionó la “experiencia” realizada por Berner y Vázquez que logró que el 91% de las adolescentes embarazadas aborte ilegalmente, como la “mejor práctica” de salud reproductiva de 2010.

Preguntale al Ministro de Educación Finocchiaro, que firmó un convenio para que la Fundación Huésped, financiada por la global abortista, implemente sus planes de salud sexual reproductiva, de modo tal que miles de militantes abortistas que reivindican el derecho de descuartizar a sus hijos en etapas embrionarias, cobren un sueldo por educar a los tuyos.

Preguntale a la Diputada Nacional Alejandra Rodenas, que relató en la Cámara de Diputados como, en sus tiempos de jueza, se negó a investigar un delito que terminó con la vida de Julia, una joven que se desangró en el baño de su casa luego de practicarse un aborto clandestino en 2010. Un delito tipificado, agravado por la muerte de una joven madre, obstruido por una jueza que, por convicción feminista, se negó a investigarlo.

Preguntale al Dr. Mario Martín Pecheny, quien en su exposición por la legalización de la IVE se olvidó de anunciar que trabaja para IPAS, la organización que creó y vende los aspiradores AMEU, elemento indispensable para la realización de abortos de hasta 12 semanas y la segunda opción recomendada por las campañas de aborto seguro. Estos dispositivos para extraer las partes del no nacido del vientre materno pueden adquirirse en populares páginas de internet, para que todas las madres tengan acceso libre a la clandestinidad.

Preguntale al ANMAT que aprobó la libre comercialización de los AMEU en Argentina.

Preguntale a Mariela Belsky, la actual directora de Amnistía Internacional, ONG financiada desde la International Planned Parenthood Federation. que es responsable por todos los números referidos a los abortos realizados en el país, cifras incomprobables que se dan de narices contra la lógica de los números del Ministerio de Salud, pero que son repetidas como un mantra por los miembros del movimiento “abortero” nacional.

Preguntale a la expositora Solange Veron de La Hoguera TDF, parte de “Socorristas En Red TDF”, organización que entre 2014 a 2017 “acompañó” a 12.081 abortos. En su perfil oficial de Facebook vemos textos con éste: “Está todo listo, mis amigas vinieron a acompañarme. Las invite a merendar y mi mamá nos hizo unos alfajorcitos. Solo me resta empezar con el segundo paso”. Pudieron haber agregado: “la tetera es de porcelana, y yo ya aborté, no se bien por qué..“. Las socorristas asisten a toda mujer que desee abortar en la clandestinidad, facilitando el contacto para recibir las pastillas de Misoprostol y acompañando a la madre abortera. A pesar del enorme número de abortos clandestinos que aseguran haber “acompañado”, la organización jamás respondió por una sola muerte sucedida bajo su tutela.

Preguntale a Vilma Ripoll, la ex legisladora porteña y enfermera de profesión, que aseguró haber realizado 500 abortos en la ilegalidad.

Preguntale a ellos, no hagas como el Senador de Chubut, Alfredo Luenzo, que a la única que interpeló por estar a favor del aborto clandestino (vaya falacia del espantapájaros, Señor Senador!), fue a la Dra. Chinda Brandolino, quien desde la Fundación AINKARIN se dedica a ayudar a mujeres en situación de embarazo inesperado, para que puedan salir adelante sin recurrir a un aborto.

Preguntale a todos ellos, porque desde que estas organizaciones comenzaron a operar con financiamiento de la global abortista, los nacimientos en la ciudad de Buenos Aires se redujeron en 22%, cayendo de 44347 en 2010, a 35021 en 2017, y no hace falta un demógrafo para notar que cada vez hay más pañuelos, pero menos niños en la ciudad verde.

Ahora… ¿Sabés de qué color es el Aborto Clandestino (*) ?

(*) Se denomina “Aborto clandestino” o “Aborto inseguro” a la terminación de un embarazo, ya sea efectiva o por consejos, realizada por personas que carecen del conocimiento médico necesario y en un ambiente sin las condiciones mínimas de higiene. Los métodos utilizados para llevar a cabo un aborto clandestino son variados y contemplan, la ruptura del saco amniótico mediante la utilización de elementos punzantes, la introducción por vía vaginal de preparados abortivos, y el aborto químico con medicamentos como el Misoprostol, realizado sin la supervisión de un médico. De esta manera, queremos que quede bien en claro un punto importante que los defensores pro IVE suelen soslayar: la realización de un aborto con Misoprostol SIN control médico permanente y lejos de un centro de salud se considera un Aborto Clandestino.

Crédito foto principal: DerrocandoARoca – Maru H García