Esta vez, cuando Florencia Aguirre entró a los tribunales, no había movileros ni fotógrafos. Lógico, ya que el delito que se le atribuye es casi una tontería. Prisión de 15 días a un año, y la laburante de 3 de Febrero que no tiene antecedentes, ¿por qué la prensa se interesaría en esto?
En la audiencia indagatoria, le fueron explicados los hechos que se le endilgan tras una concienzuda investigación del fiscal Norberto Brotto quien, luego de secuestrar sus equipos médicos y su celular, encontró fuertes evidencias de que Florencia ejerce ilegalmente la medicina, aplicando plasma enriquecido con plaquetas a una larga lista de clientes.
Florencia Aguirre se negó a responder las preguntas de la fiscalía. En cambio, hizo un pin pong de preguntas y respuestas con su defensor. El interrogatorio amigable estaba particularmente dirigido a negar un hecho concreto de la acusación, a saber, que Florencia le hubiera aplicado plasma a la ex primera dama. Lo que llama la atención es que una vecina humilde de Ciudadela haya comparecido con un letrado de altísimo perfil, galardonado en Miami con la llave de la ciudad de Broward por ser uno de los más reconocidos abogados de habla hispana en Florida. Nos referimos a Juan Manuel Dragani.
Dragani es un abogado del jet set. Podemos encontrarlo con estrellas como Gloria Estefan, Mariana Nannis o Viviana Canosa. También suele fotografiarse con figuras de la política, como el Subsecretario de Prensa de Presidencia, Javier Lanari o la Ministro Patricia Bullrich.
Es evidente que la causa de Florencia Aguirre tiene conexidad con aquella otra en la que Alberto Fernández está procesado, ya que la esteticista es la única persona que declaró haber visto golpes en el cuerpo de Fabiola Yáñez. Aún así, teníamos entendido que Dragani era antagonista del equipo de trabajo liderado por Mauricio D’Alessandro, ya que en la causa sucesoria de Maradona ambos defienden intereses opuestos, uno por las hijas y Claudia Villafañe, el otro por Morla. Sin embargo, aquí parecen actuar dentro de una misma estrategia.
Cuando la audiencia se estaba cerrando, Florencia Aguirre le solicitó al fiscal la restitución del teléfono celular donde guarda el contacto de su cartera de clientes; éste explicó que podía acceder a ese pedido bajo la simple condición de que ella acredite la veracidad de los contenidos extraídos en el marco de la investigación. Ella y su letrado accedieron al pedido. Se levantó la audiencia y la acusada debería ser llamada pronto a su juicio oral.
En los chats reconocidos por Aguirre hay material de alto impacto para las causas conexas.
Alberto Fernández denunció a Florencia Aguirre por falso testimonio. Y aquí se abren una serie de contrastes que fortalecen esa denuncia. En la causa principal, Aguirre negó haber realizado jamás tratamientos con agujas, pero los chats indican que concertó numerosas visitas para prestarle servicios a Yáñez.
De acuerdo a la información extraída del teléfono de Aguirre, la esteticista fue el 19 de junio de 2021 a Olivos para practicarle plasma rico en plaquetas a Fabiola, horas antes de que la ex primera dama apareciera con un hematoma en su rostro.
Si bien en algunas ocasiones no se expresaba claramente el motivo del encuentro entre ambas, en tres ocasiones el objeto explícito fue “plasma”. Pero esto no es lo más grave.
Pronto, la esteticista de Fabiola debería ser llamada a juicio oral, acusada de ejercer ilegalmente la medicina. Para este delito, el código penal prevé hasta un año de arresto. Si a partir de la prueba recabada se demostrara que Aguirre incurrió en falso testimonio para incriminar a un Presidente, podría recibir hasta 10 años de prisión. Como dicen los abogados, “Será justicia”.