Mientras la justicia busca determinar cual fue la injerencia de los ex policías Degastaldi y Bogoliuk en la extorsión realizada por Marcelo D’Alessio al empresario agropecuario Pedro Etchebest, desde El Disenso te mostramos algunos de los vínculos con el ex Director General de Operaciones de la Secretaría de Inteligencia (SIDE), Horacio Stiuso.
Desde que el Juez Ramos Padilla dictó la prisión para Marcelo D’alessio, el falso abogado entró en pánico asegurando que la Seguridad Nacional y su vida corrían peligro y que el trabajaba bajo órdenes de dos ex policías de la bonaerense, sindicados como agentes de la AFI, Aníbal Degastaldi y Ricardo Bogoliuk. Si bien esa información aún no fue confirmada oficialmente por Gustavo Arribas, ambos se negaron a declarar en sede judicial.
En los mensajes de WhatsApp que fueron certificados por Prefectura a partir de la información obtenida de los 3 celulares incautados a D’Alessio, estaba esta conversación que hace referencia a un pedido que le realizó Stornelli para realizarle una cámara oculta al abogado José Manuel Ubeira, letrado de Oscar Thomas en la causa de los cuadernos.
11 de enero 2019:
D’Alessio:- Ya tengo los datos del letrado atrevido. Hice me analizaran coincidencia de antenas… Jaime te suena, no?
D’Alessio:- Mañana te cuento. Igual, no hay vuelta atrás.
Stornelli:- Okkkk!
La cita “Jaime” alude a Antonio Horacio Stiuso, ex Director General de Operaciones de la Secretaría de Inteligencia (SIDE) entre 1972 y 2014. En la declaración de Etchebest, el empresario agropecuario hizo hincapié en que D’Alessio hacía constante referencia a temas de inteligencia, mencionando a Stiuso.
Degastaldi y Bogoliuk, sindicados por D’Alessio en su Habeas Corpus como quienes le solicitaron el “trabajo” de extorsionar a Etchebest, han llegado a la primera plana de la prensa en diversas oportunidades, siempre ligados a esta figura casi mítica de la inteligencia nacional.
“A partir de sucesivas notas periodísticas de investigación que presenté tanto en medios escritos como televisivos en los últimos años me contactó el señor Ricardo Bogoliuk para pasarme, el día 26 de diciembre de 2018 el nombre completo y DNI de una persona que resultaba de su interés para que sea investigada con el fin de hallar la ruta inversa de lo que se llamó la fuga de dinero K“. De acuerdo a D’Alessio, Bogoliuk alias “El Polaco” pertenece a la AFI y en el pasado, junto a Degastaldi, habían trabajado con Pedro Etchebest, habiendo quedado los tres enemistados.
Según escribiera Horacio Ríos en Noticias Urbanas esta semana, voceros de la AFI reconocieron que el expolicía Bogololiuk estuvo contratado para acciones específicas secretas entre el cuatro de mayo y el 31 de diciembre de 2017, y no se descarta que conserve alguna credencial, que utilizó para favorecer las operaciones en las que se encuentra envuelto.
Ademas de compañeros de trabajo, Bogoliuk y Degastaldi son socios comerciales, crearon el 14 de febrero de 2017 la empresa Yachad S.R.L. Pero Degastaldi ya era un fructífero hombre de negocios. En septiembre de 2006 creó, junto al ex comisario mayor Mario Eduardo Naldi y su esposa, la empresa de seguridad y monitoreo “Clear Ness SA” y en agosto de 2011 figura integrando el directorio de la empresa Consul Salud SA junto a Antonio Jorge Fernández y Llorente. Según una investigación publicada en RadioJai, el ex fiscal Barbaccia de la causa AMIA, aseguró que durante la investigación se descubrió que Stiuso ocultó la participación de Naldi dado que ambos comparten una relación de compadrazgo, ya que la mujer de Mario Naldi es la madrina de la hija mayor de Stiusso. quien trabajaba en el INCAA. En la misma situación se encuentra el juez Luis Rodríguez, padrino de su segunda hija, quien a través de la resolución 3693 firmada por el Ricardo Lorenzetti fue nombrada en el juzgado federal a cargo de la jueza María Servini de Cubría.
Vale aclarar que este segundo compadre de Stiuso, el juez Luis Rodríguez, es quien investiga a D’Alessio en la primera denuncia por extorsión contra el empresario Gabriel Traficante, quién aparece mencionando en el marco de la causa conocida como “Mafia de los Contenedores”, a cargo del juez Marcelo Aguinsky. Durante la investigación se pudo confirmar que D’Alessio le había hecho el cuento del tío a Traficante enviándole fotos de chats apócrifos, con la intención de hacerle creer a su víctima que poseía contacto directo con el Juez Aguinsky. En esta causa, D’Alessio le presentó a Traficante detalles de las llamadas de su celular, algo que se puede obtener fácilmente a través de un Stingray.
En Argentina, desde hace varios años se rumorea que la división de contrainteligencia de la ex SIDE utilizaba el sistema StingRay, un receptor IMSI fabricado por Harris Corporation que facilitado por las fuerzas colombianas y la DEA entró al país el 10 de abril de 2012, con el aval del Juez Oyarbide en el marco de la causa en la que se investigaba al narcotraficante Jesús López Londoño (alias “Mi Sangre”). Si bien el peligroso criminal fue capturado por las autoridades argentinas en 2012, no se registra la salida del país del Stingray.
El dispositivo de vigilancia de teléfonos celulares fue originalmente desarrollado para la comunidad militar y el departamento de inteligencia. StingRay intercepta, rastrea y permite realizar escuchas a celulares sin ser detectado por los usuarios. La metodología utilizada se denomina “Man in the Middle“, el aparato simula una BTS temporal y los celulares que estén dentro de un radio de hasta 5 cuadras se registrarán automáticamente, sin necesidad de realizar una llamada. Con solo una pequeña valija y un celular o notebook, se puede utilizar este sistema sin levantar sospechas.
En todos los “operativos” realizados por D’Alessio hay menciones a “detalles de llamadas” e interceptación de celulares.
Si bien Stiuso realizó sus trámites jubilatorios, un espía nunca se jubila. De hecho, su segunda esposa figura empleada actualmente por la empresa Panificadora Balcarce SA, presidida intermitentemente por Juan José Gallea, actual Director de Administración y Finanzas de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), y Gustavo Francisco Moya, consultor y especialista en lavado de dinero y ex Contador General de Caputo SA. El 51% de la “panaderia” está en manos de Magnum Sabores Argentina SA, integrada por Gallea junto al ex Subsecretario de la Secretaría de Inteligencia del Estado y vicepresidente de Boca Juniors, Dario Florian Richarte.
De esta manera vemos que el Director Financiero de la AFI emplea a la segunda mujer de Stiuso a través de una empresa que posee junto a un experto en lavado de dinero, y que es a su vez controlada por una empresa madre cuyo 51% está en sus manos y las del ex subsecretario de la SIDE y ex Gerente financiero y abogado del Grupo 23 (Spolsky Garfunkel).
Pero las coincidencias son interminables, y así como Nisman llamó a Bogoliuk para pedirle prestada un arma luego de que Stiuso no le atendiera el teléfono tres veces, Degastaldi fue quien (junto al “Gordo” Miguel Selles, ex jefe de Operaciones Especiales de la SIDE que respondía a Stiuso) le prestaba protección al empresario Tomeo, denunciado por lavado de dinero.
Stiuso dejó Argentina el 8 de enero a las 15.44 en el vuelo 2396 de Austral, y luego de denunciar en la justicia haber recibido amenazas en contra de la vida de sus tres hijas, decidió poner a salvo a su familia extendida fuera del país.
Actualmente el Juez Ercolini tiene a su cargo la causa que investiga la vigilancia realizada a diferentes políticos, periodistas, famosos y personas relacionadas a inteligencia, entre los que se encuentran Stiuso, su ex mujer (entonces funcionaria del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto donde se desempeñaba como consejera de embajada), su segunda esposa, sus tres hijas (y sus parejas), y hasta su nieto, de entonces 7 años.
Así como se puede adquirir un StingRay vía internet por menos de 2000 dolares, también se puede descargar de manera gratuita un detector de receptores IMSI, una aplicación que luego de ser activada, en segundos detecta la presencia de falsos BTS en la zona (StingRay). De esta manera, se controla el entorno, brindando una comunicación segura.
Stiuso, que es Ingeniero Electrónico, declaró ante Bonadío haber detectado la presencia de “valijas” (StingRay) en el Edificio Libertador (sede del Ejército) y en la zona del Obelisco.
En el marco de la causa iniciada por el abogado Carlos Tórtora que vinculaba al ex Jefe Milani con tareas ilegales de Inteligencia interior realizadas desde una estructura montada en el Ejército, a su cargo. El expediente recayó en el juzgado de Bonadío, quien archivó la causa pero debió reabrirla y profundizar la pesquisa a pedido de la Sala II de la Cámara Federal integrada por Farah e Irurzun.
La reapertura de la causa por el espionaje realizado sobre la familia de Stiuso solo fue posible tras la apelación en Cámara del fiscal Stornelli, quién ahora está en el ojo de la tormenta tras la detención de D’Alessio.