A pesar de las convulsivas vicisitudes de 2020, el partido más importante que juegan las principales figuras de la política argentina gira en torno a la injerencia mutua y espuria entre el poder político y el judicial. En esa cancha el referí es la titular del Ministerio de Justicia, Marcela Losardo, a quien todos miran de reojo cuando Cristina habla de “funcionarios que no funcionan”.
Como el partido por el control judicial ha generado su propia pandemia de editoriales, es poco lo que podemos decir desde El Disenso. La corrupción, las persecuciones políticas y la impunidad ya estaban ahí cuando Montesquieu tuvo la gran idea de fragmentar el poder en una tríada de instituciones que resolviera los conflictos dentro de un equilibrio general, aún al precio de entorpecer la actividad ejecutiva. En la actualidad, la técnica del barón se ha perfeccionado en una atomización institucional absurda, en la que cualquier decisión parece imposible, inconstitucional o directamente delictiva. En esas condiciones la burocracia del estado fue inevitablemente conquistada por funcionarios que María Elena Walsh llamaría “las aguas vivas”: personas gelatinosas, entregadas a la corriente y perfectamente adaptadas para flotar en todas las circunstancias.
Losardo, la funcionaria que funciona… y flota
La Ministro de Justicia es una funcionaria que funciona perfectamente en el contexto actual de la República. Cuenta con la completa confianza del Presidente, con quien está unida por cuatro décadas de amistad. Allá por 1981 la UBA Derecho dio cobijo a un alegre grupo de estudiantes integrado por Alberto Fernández, Claudio Moroni (ministro de trabajo), Jorge Arguello (embajador en USA), Marcela Lucchetti (ex de Alberto y mamá de Dyhzy), Marcela Losardo y su esposo Fernando Mitjans, que actualmente preside el tribunal de disciplina de la AFA.
En 1999 Marcela Losardo fundó con Alberto Fernández una inmobiliaria y financiera llamada Inmueble Callao 1960 SA, desde donde surgió el concepto del “Grupo Callao”. En el 2000 Losardo ingresó a la Administración Pública e inmediatamente después de entregarse al servicio de la Patria, logró lo que pocos logran en la actividad privada: empezó a fundar empresas en Miami.
Volviendo sobre las empresas off-shore, de acuerdo al registro oficial de Estados Unidos, Marcela y su esposo aparecen como registrantes de 3 offshores en el estado de Florida: BAY DRIVE DEVELOPMENT III, CORP, BAY DRIVE DEVELOPMENT IV, CORP y BAY DRIVE DEVELOPMENT V, CORP.
En la documentación de las tres empresas, ambos dan como domicilio en USA el 9781 EAST BAY HARBOR DRIVE, BAY HARBOR ISLAND, FL 33154, coincidente con el desarrollo super VIP “The Waters” ubicado en el sector más lujoso del estado de Florida. El nombre del condominio es coincidente con el de las 3 offshores, registradas para la realización de negocios inmobiliarios. Sobre esa dirección, hoy se está terminando el condominio que se ve a continuación, con un valor comercial de 30 millones de dólares.
Las offshores fueron disueltas, pero el matrimonio no perdió su amor por La Florida. El 28 de julio de 2017, el escribano fue detenido al regresar al país en un vuelo proveniente de Miami, por orden del comandante del avión. Mitjans fue demorado durante varias horas por no acatar las órdenes de la tripulación. En 2005 Losardo fue Secretaria de Justicia y en 2006 representante del Poder Ejecutivo en el Consejo de la magistratura. Cuando Alberto dejó la Jefatura de Gabinete, Losardo fue eyectada por CFK en un trayecto que la devolvió de Balcarce a Callao en un vuelo sin escalas.
Cuando cambió la corriente, Losardo se sumó a la gestión Cambiemita, donde su pasado K, y su flotabilidad resultaron un recurso apreciable. Sus funciones como asesora de la Secretaría de DDHH no fueron publicadas, y es necesario recurrir a verbos condicionales para expresar que se habría desempeñado en el área de “testigos protegidos”. La doctora perdió sincronía con la corriente y fue despedida el 19 de junio de 2017, apenas unos días antes de las PASO de aquel año. Por fortuna para ella, fue debidamente indemnizada.
El matrimonio Mitjans-Losardo es vecino de los Hadad, cuya cercanía le abrió a Marcela muchas puertas. Desde un microprograma en Infobae llamado “Justicia abierta”, dedicado al quehacer judicial, hasta el ingreso al directorio de Upward Argentina, fundación feminista cuyo “Chapter Leader” es Viviana Zocco de Hadad. En la siguiente foto podemos ver a Losardo moderando una disertación promocionada por Upward, en la sede del Grupo Vi-Da (del matrimonio Hadad), junto a la Jueza Karina Perilli.
Perilli, Jueza de Cámara del Tribunal Oral en lo Penal Económico nro. 3, es la jefa de la hija de Losardo, María Clara Mitjans Losardo, quien ingresó al poder judicial en 2016 cuando la joven aún era estudiante. Tras recibir su diploma en 2019, y gracias a sus poderosos padrinazgos, en apenas 12 días consiguió un empleo VIP, esta vez como integrante del Tribunal de Disciplina de la AFA, sin mayor mérito que ser la hija del Presidente del Tribunal y estar apadrinada por Alberto Fernández.
Pero… ¿Funciona o no funciona Losardo?
Si. Losardo funciona, negocia, se adapta y cumple. Su posición en el Ministerio se fortalece con su imposibilidad de tomar decisiones. Ella responde a Alberto, le sigue la corriente. En Argentina, mientras todos nos hundimos, la política del no hacer nada se impone. Son muchos los que quieren a Cristina gobernando y no son menos los que la quieren presa, pero el gobierno sólo puede abandonarla al fuego lento del purgatorio judicial. Si fueran taoístas, la inacción sería un principio filosófico; siendo aguavivas, es su naturaleza. Por eso Losardo no es responsable de nada, ella es una funcionaria que se mantiene a flote. Desde el kirchnerismo deberían apuntar sus cañones directamente contra Alberto, aunque tampoco tienen nada que reprocharle, al fin y al cabo él ni siquiera decidió ser presidente.
Quizás más importante que preguntarse si Losardo funciona, sea indagar cómo funciona Losardo, cómo negocia la resolución de los conflictos políticos que corrompen la interacción institucional entre los poderes del Estado y con qué profundidad se toman las decisiones que gravitan sobre la libertad de algunos y el destino de todos. Hace un tiempo se filtró un audio del marido de Marcela Losardo negociando con Daniel Angelici por las sanciones que Mitjans debía imponer a dos jugadores de Boca, Leandro Marín y Cristian Erbes, para que pudieran jugar el desempate de la Copa Libertadores 2015.
Ella no es su marido, pero… ¿Será mucho más rigurosa y solemne, la ministra, cuando articula los vínculos entre los poderes?
hola, imaginemos si no existiera hoy ,aquellos que desde su profesión , no investigaran , como aqui muchos hay que ponen su profesión al servicio de las corporaciones mediáticas , bienvenidos son quienes desde su humilde espacio ,ponen a ojos vista la otra realidad
parece que losardo no quiere lavar las causas de cris y por eso la ensucian, mas alla de ya estar sucia por ser una peroncha!!!!