Obras públicas y negocios familiares: el escandaloso manejo de fondos en Comodoro Rivadavia

A pesar del fallo por Fraude en Perjuicio de la Administración Pública, desde El Disenso descubrimos las conexiones que la justicia no vio, dejando impune una red de corrupción que involucra a empresarios y funcionarios. Los vínculos permanecen intactos, y a pesar del cambio de intendentes en Comodoro Rivadavia, los negocios turbios continuaron.

Esta semana se publicó el fallo de la causa conocida como “Emergencia climática de Comodoro Rivadavia”, en el que algunos funcionarios kirchneristas fueron condenados por Fraude en Perjuicio de la Administración Pública tras las inundaciones de 2017. Ruben Palomeque y Abel Boyero fueron sentenciados a 4 y 5 años de prisión respectivamente, mientras que el empresario Adel Monasterolo fue condenado a 3 años. El desfalco sucedió luego del devastador temporal. Los ex funcionarios asignaron una gran cantidad de fondos públicos para la reconstrucción de la ciudad pero, en lugar de utilizarlos para atender las necesidades urgentes de la población afectada, el dinero desapareció entre contrataciones irregulares y pagos injustificados. Esta acción agravó la crisis en la región, y los recursos nunca llegaron a los damnificados.

Juan Pablo Luque, por entonces vice intendente, fue quien desencadenó la causa con sus gestiones “informales” para conseguir plata fresca para los contratistas. Con ese fin se acercó al Ministerio del Interior en Nación, con dos facturas en mano, a manguear 60 millones de pesos (casi 4 millones de dólares) al entonces Secretario de Planificación Territorial, Fernando Álvarez de Celis. La informalidad de Luque despertó las sospechas de Álvarez de Celis, quien solicitó la intervención del Ministerio Público Fiscal.

Desde El Disenso encontramos algunos datos que parecen haber pasado desapercibidos a la justicia, y que sugieren un plan criminal de mayor envergadura. Concretamente, hallamos una red de empresas contratistas del Estado cuyos dueños constituyeron sociedades en diversas jurisdicciones offshore con el funcionario que luego les otorgaba contratos multimillonarios.

Abel Horacio Boyero, Roberto Adel Monasterolo, Hector Marcelo Rodriguez, Luis Enrique Esteban Kulper, Mario Hector Rodrigo y su hijo Alfredo Oscar Rodrigo fundaron en Ecuador “Sud America Empowerment Amerempo SA” (ex Dragon Empowerment SA) y “Sudamerica Energy Sudamer SA” (ex Ncdoil Ecuador SA). También abrieron Nuevo Cerro Dragón SA sucursal Bolivia.

 

 

En Argentina, son contratistas del Estado a través del Grupo Dragón, bajo la denominación “Nuevo Cerro Dragón SA” y “Cañadón Grande SA”; estas empresas realizan servicios de operación y mantenimiento del sistema de distribución eléctrica para YPF. Alfredo Rodrigo es el ingeniero que oficia de apoderado y representante legal de Cañadón Grande para el estudio de impacto ambiental de Cantera El Tordillo.

Los negocios de este enjambre de empresas son multimillonarios por lo que solo nos vamos a concentrar en la influencia que ejercen sobre el municipio de Comodoro Rivadavia. Siendo Boyero Secretario de Obra Pública, no sorprendió ver que contratase a Golfo San Jorge SA (GSJ), de su socio Roberto Adel Monasterolo.

Golfo San Jorge SA es una de las mayores contratistas del Municipio de Comodoro Rivadavia, no solo durante la gestión de Linares sino que continuó siéndolo durante la gestión de Luque, quién al asumir como intendente en 2019 designó como subsecretario de Obras Públicas a Leonel Ambrosio, pareja de Ernestina Rodrigo, la hija del mencionado ingeniero Alfredo Oscar Rodrigo. ¿Por qué Luque, otra vez, le dio la caja de la obra pública a un tipo con tanto conflicto de intereses? Y ya que Ambrosio es dueño de la empresa de seguridad “Alar Sur SRL” Luque no dudó en contratarla desde el municipio, y en reiteradas oportunidades, para que brinde “servicio de monitoreo de cámaras de videovigilancia“.

Luque también nombró a Miryam Monasterolo como directora del Área Programática Sur dependiente de Salud, se trata de la hermana del condenado Roberto Adel Monasterolo, quien nuevamente fue beneficiado por el municipio comodorense con innumerables contratos para sus empresas: Golfo San Jorge SA, Maxivial SA y Clamex SA. Otra vez, vemos que todos los negocios quedan en familia.

 

Luque le regala millones a sus amigos de La Cámpora