En el marco de la causa en la que se investiga a la primera dama Juliana Awada y al Ministro de Cultura Avelluto por los 50 millones en contrataciones irregulares realizadas para la feria de arte Arco 2017, y a partir de una investigación publicada en El Disenso, el diputado nacional Rodolfo Tailhade presentó una ampliación de denuncia indicando que el evento artístico redundó en una concentración de beneficios para personas allegadas al presidente Macri.
En la investigación “Macri consiente con nuestro dinero los caprichos millonarios de Juliana y le hace un guiño a su sobrina” expusimos que el estado habría gastado unos 50 millones para llevar a 12 galerías de arte de CABA a la Feria ARCO en España y que de acuerdo a los dichos del Ministro Avelluto, “la gran impulsora de todo esto” habría sido Juliana Awada. Algunos de los contratos y convenios vinculados al evento beneficiaron directamente a personas cercanas al presidente. En la ampliación se señala particularmente a dos privilegiados por la organización. La primera de ellas es María Calcaterra, sobrina del presidente e hija de Angelo, quien recibió una invitación especial para que su galería participe del stand argentino, el segundo es el arquitecto Mariano Clusellas, primo de Pablo Clusellas, Secretario Legal y Técnico de la Nación.
Con 2 años de experiencia Calcaterra tuvo su primera feria internacional
De las crónicas de Arco 2017 en la prensa española se desprende que “cuatro galerías argentinas ocuparon el sector general de la feria, junto a otras casi 200 de todo el mundo: se trató de Rolf, con una muestra individual de Liliana Maresca, Aldo de Sousa, con esculturas de Enio Iommi, María Calcaterra, con un conjunto de arte óptico y cinético, que incluye a Le Parc y Mrtha Boto, y Document Art“.
La sobrina de Macri tiene 29 años y fundó su galería, especializada en arte moderno y contemporáneo, en 2014, pese a que recién se inscribió en AFIP antes de viajar a ARCO en enero de 2017. A pesar de su corta experiencia, María representa a artistas del calibre de César Paternosto, Rogelio Polesello, Edgardo Giménez y Carlos Silva. “Estuve en arteBA el año pasado y esta es la primera feria internacional a la que asisto. Estoy muy agradecida por la oportunidad” explicó la joven a la prensa española.
“Es decir, su primera participación internacional se da casualmente cuando su tío, Mauricio Macri, se desempeña como presidente de la Nación y una de las carteras del ejecutivo se encarga de la organización local y de destinar millones de pesos del patrimonio público a tal fin. De esta forma, uno podría imaginar que su participación no resulta azarosa y que su elección fue consecuencia de una decisión que propinó de la más alta autoridad” explica Tailhade.
Siendo Juliana, al decir del ministro Avelluto, la “gran impulsora de todo esto“, todo apunta a que la primera dama intercedió para que la joven galerista de la familia pueda exponer ante los reyes.
El stand de María Calcaterra en ARCO y las obras de arte que llevó a España
Una changuita para el primo
El estudio de arquitectura que realizó el stand de Argentina en la Feria ARCO 2017 en Madrid al resultar ganador de una licitación que tampoco está aún disponible en el portal de compras del estado, es el Estudio Clusellas, del inefable arquitecto Mariano Clusellas, primo de Pablo Clusellas, actual Secretario Legal y Técnico de la Nación.
En la reciente presentación se destaca la participación de Clusellas en las causas de Correo Argentino y Avianca/MacAir, y su rol fundamental en la definición de las estrategias jurídicas, tanto de los negocios de la familia Macri como del gobierno de la nación. En ese sentido sostiene Rodolfo Tailhade: “Con esos antecedentes, no se necesita mucho esfuerzo interpretativo para imaginar que la elección del estudio de su primo puede ser consecuencia de la manipulación de las contrataciones denunciadas oportunamente“. La hipótesis del diputado se refuerza al observar que no se dieron a conocer licitaciones ni concursos para seleccionar el arquitecto, lo que permite presumir que la elección del estudio fue, por lo menos, arbitraria.
El Arte del Lavado
En ARCO la galerista Orly Benzacar, hija de Ruth y presidenta de la Cámara Argentina de Galerías de Arte Contemporáneo creada en 2016 para promover el arte argentino en el mundo, fue contundente: “El balance es muy bueno, muy positivo. Todos vendieron y vendieron bien“. Al inicio de la feria mostramos algunas de las cuestionadas obras de arte que Awada y Avelluto llevaron a ARCO. Estas son algunas de las obras que se vendieron en ARCO:
- “Burning books I” de Adriana Bustos fue comprada por el Museo Reina Sofía en 20 mil euros.
- “Esfera blanca” de Julio Le Parc se vendió en una cifra superior a los 250 mil dólares.
- “El mapa invertido de América del sur” de Nicolás García Uriburu se vendió por 85 mil euros.
- Una obra de Alejandra Seeber por 12 mil dólares.
- Una pintura de Juan Tessi en 10 mil dólares.
- Dos obras de Marcelo Pombo por 40 mil y 25 mil dolares.
- Dos obras de Diego Bianchi en 12 mil dólares cada una totalizando 24 mil dolares.
- Una pieza de Nicanor Aráoz en 8 mil dólares.
- “Helicoidal perpetuo” de Marta Botho de la galería de María Calcaterra de la que no se mencionó el valor pero si el comprador: Constantini.
La compraventa de obras de arte está considerada como el segundo mecanismo de lavado de dinero y evasión fiscal del mundo. En argentina, durante el gobierno de CFK y a través de la resolución 3730 publicada el 26 de enero de 2015, se dispuso la creación de un Registro Fiscal de Operadores de obras de arte y de un “régimen de información” para contabilizar las operaciones de compra, venta e intermediación de los bienes. Esta medida fue muy resistida y criticada por los coleccionistas ya que los compradores no tenían la voluntad de cumplimentar con las medidas dispuestas por la AFIP y las ventas del sector se mantuvieron por el piso hasta el advenimiento del “cambio”. Hoy esa tendencia se revierte y las ventas superan las expectativas, mientras el común de la gente enfrenta serios problemas para llevar el pan a su mesa, las familias patricias argentinas agrandan sus exclusivas colecciones con obras de dudoso gusto y altísimo precio.