La justicia de Bolivia emitió una orden de aprehensión contra Evo Morales en una causa por trata de personas agravada. La fiscalía presentó como prueba videos recientes donde el exmandatario aparece bailando y cantando con los influencers kirchneristas Facundo Pérez Ernst, alias “Mini Néstor”, y Rodrigo Fronzo.
El juez Nelson Rocabado, de Tarija Sur, declaró en rebeldía a Morales tras su ausencia en dos audiencias y dispuso su detención, además de aplicar un “arraigo nacional” y ordenar la anotación preventiva de sus bienes.
Según la investigación de la Fiscalía, Morales habría tenido una hija con una menor de 15 años en 2016, cuando él tenía 57. La niña fue registrada recién dos años después en un registro civil de Yacuiba, en la frontera con Argentina, y su partida de nacimiento sería una de las principales pruebas en su contra.
Los padres de la víctima también están implicados: el padre está detenido con prisión preventiva y la madre fue declarada en rebeldía tras no presentarse a una audiencia. Hasta el momento, ni Morales ni su círculo cercano han negado los hechos y, en cambio, denuncian que la causa es parte de una persecución política para impedir su regreso al poder.
Los dos influencers que aparecen en los videos de TikTok cantando y bailando junto al exmandatario forman parte de “La Liga de la Justicia Social”, un grupo que recientemente viajó a Venezuela con financiamiento del gobierno de Nicolás Maduro para participar del Festival Mundial Internacional Antifascista por un Nuevo Mundo, y de paso cubrir el evento generando material multimedia apoyo al régimen que fue viralizado desde sus cuentas en redes sociales.
Tal como revelamos en investigaciones anteriores, el viaje fue organizado a través de una invitación firmada por Grecia Colmenares, ministra de Juventud venezolana, y financiado en su totalidad por el gobierno de Maduro. Los influencers K recibieron pasajes, traslados, comidas y alojamiento en el lujoso hotel Meliá de Caracas, un cinco estrellas.
Este hecho generó indignación en Argentina, ya que mientras Maduro costeaba viajes de militantes kirchneristas, mantiene secuestrado desde hace más de un mes al gendarme argentino Nahuel Gallo, a quien acusa de terrorismo.
Los videos de Mini Néstor y Fronzo junto a Evo Morales en su residencia fueron determinantes para que la justicia boliviana solicitara su detención.
Si en Venezuela el viaje de los influencers K fue financiado por Maduro, la pregunta que queda abierta es: ¿quién pagó esta vez el viaje y la estadía de Mini Néstor y Rodrigo Fronzo en Bolivia?