Un policía de Río Negro de la división canes que participó en el rastrillaje del 16 de agosto en Cushamen, denunció que la Fiscal Ávila y el Juez Otranto se negaron a fotografiar y asentar en el acta del operativo que los canes encontraron balas de FAL y de 9mm a la vera del río. De acuerdo a las declaraciones recibidas la semana pasada por los gendarmes que participaron del operativo en el que desapareció Santiago Maldonado, 4 de ellos tenían la orden de ir armados con su 9mm y pudieron haber efectuado disparos a la vera del río.
Un efectivo de Río Negro que participó junto a su can en el operativo realizado el pasado 16 de agosto en la Lof denunció el lunes 18 de septiembre que durante el rastrillaje los perros encontraron cartuchos y balas de fusil FAL y de pistola calibre 9mm. En el momento en el que el can “Alcón” realizó el primer hallazgo, el policía rápidamente informó a la fiscal Ávila, quien le respondió que le avisaría al Juez Guido Otranto, presente en el lugar. Luego de hablar con el magistrado, la fiscal le ordenó al efectivo no fotografiar, levantar o hacer constar en acta las balas, ya que el objetivo del rastrillaje era “buscar evidencias de la persona Santiago Maldonado“.
Antes de finalizar el rastrillaje, el otro can llamado “Duque”, marcó un lugar a la vera del río, donde el policía halló más cartuchos de 9mm. El efectivo volvió a dar aviso a la fiscal Ávila, quien nuevamente le ordenó desestimar el hallazgo por no ser el objetivo de dicho rastrillaje.
El policía, al regresar a su lugar de asiento en la provincia de Río Negro, realizó un acta testimonial en la que dejó constancia de las irregularidades ocurridas durante el rastrillaje a cargo del Juez Otranto y de la Fiscal Ávila. La declaración del uniformado fue remitida por el secretario de Justicia de Río Negro, Marcelo Estevez, a la Jueza Federal de Viedma, Mirtha Susana Filipuzzi.
El hecho cobra especial relevancia luego de las declaraciones del gendarme Ahumada. El 15 de septiembre, el cabo 1° y chofer de una camioneta Ford Ranger del Escuadrón 36 de Esquel, Andrés Ahumada, declaró que portaba su arma 9mm durante el operativo. El abogado que representa a Gendarmería explicó que “Es una obligación para los choferes llevar su arma para brindar seguridad a los demás que van desarmados”. Junto a Ahumada, quien refiere no haber bajado de la camioneta, viajaba el chofer Lozano, que aún no está claro si portaba o no su arma durante el operativo, y recibió órden del Comandante Escola de bajar de la camioneta.
A las 11:15, Escola ordenó utilizar las camionetas como escudo para que las piedras lanzadas por la comunidad no llegaran a los gendarmes. Junto a las camionetas se estacionó el Unimog. Cada chofer debía estar armado con su 9mm por lo que hay al menos 4 gendarmes que pudieron haber efectuado disparos en el lugar, lo que explicaría los casquillos encontrados por los canes.