Tras el estallido del #OlivosGate, la publicidad de los candidatos del Frente de Todos invadió las redes. Hoy desde El Disenso te mostramos las piezas de campaña y compartimos algunas ideas.
(Todos) los COLORES
El color es la base de la identidad. Tribus, ejércitos, naciones; hasta los clubes de fútbol se identifican con colores. Tener un color es estar organizados.
El color es importante porque, tras la pandemia, el país exige un liderazgo que nos saque de la crisis. Para el oficialismo, que tiene reputación de ser ineficiente, de estar perdido, de no hallar un rumbo, la elección de color era central.
Los creativos de la campaña podrían haber elegido un celeste sobrio y patriota, señal de que estamos tristes pero hermanados y listos para salir adelante como Nación. Con la bandera de la unidad, FdT debía enfrentar el enjambre de colores de los partidos que no cargan con la solemne responsabilidad del gobierno. En cambio, concretaron este pastiche de colores, formas y tamaños:
Logo-Del sol a la sola
El logo de Todos gira en torno al sol patrio, sello kirchnerista desde 2003. En aquel entonces la imagen de Febo se montaba sobre la bandera argentina y se reforzaba en la frase “Frente para la Victoria”. Así llegaron al poder.
La figura solar fue perdiendo vigor. Se le caen los rayos. Apenas quedan once. También perdió color, señal de enfermedad. El blanco del encierro, del cuerpo sin sol, de la boca sin sol. El blanco del bozal. Un sol blanco que perdió la luz de sol, que se inscribe sobre fondos negros, se parece mucho a una luna con rayos. Alfabeticamente, una X.
La X en la palabra “todxs” encuentra su opuesto en TODOS. El vocablo, sin x, es el inclusivo absoluto, pero dicho con X es excluyente, porque establece la frontera de comunicación de una minoría.
El eslogan
La composición del eslogan resulta confusa. En todas las piezas aparecen unos signos verticales que no significan, no importan y no coinciden con el ánimo social.
Esos signos infantiloides centralizan la campaña:
Las láminas dirigidas a los militantes, llevan la frase: “estamos empezando a salir a la vida que queremos”.
La primera pieza muestra un grupo familiar en el interior del hogar, comiendo con bozales. Esto fue publicado el 18 de agosto. Recordemos que para esa fecha todo el país había visto los videos de las clandestinas de Olivos.
Por lo menos en el mundo de las promesas ¿No sería mejor que la casta nos ofreciera la misma vida que ellos llevaron durante toda la cuarentena?
La siguiente gráfica muestra un grupo de personas con bozales alrededor de un auto con el baúl abierto. Parece una familia conviviente de ciudadanos vacunados que está lista a partir de vacaciones. Una familia es una comunidad viral de hecho, por eso el barbijo no los protege de nada. Es, otra vez, la imagen de una familia fragmentada, impedida, separada.
“La vida que queremos”, como frase, se reserva para los afiches de los candidatos. Tienen color, sonríen, empilchan. Son libres. Ellos tienen la vida que queremos.
La crisis política del #OlivosGate expuso contradicciones fundamentales del modelo político, y era necesario evitar ese foco de debate. En cambio, los creativos de Todxs hicieron esta campaña que alterna ciudadanos sumisos y políticos privilegiados, libres del barbijo, impunes frente a la ley.
Toda la campaña representa la vida, la política y la patria que no queremos.
Llegado este punto, hay que preguntarse ¿quién es el responsable intelectual de esta catástrofe? ¿Cuánto cobró? ¿Cómo le pagaron? De eso nos ocupamos en la siguiente nota 👇
…pueden seguir gastando guita al pedo, lástima que no es “de ellEs”… En lo personal, creo que ya es tiempo de “hacer tronar el escarmiento”, esto es, que NINGUN”e” LLEGUE ENTERO “al helicóptero”. NO SE VA NINGUN”e”, porque ésto NO ES “el 2001”, se entiende, no..?