El gobierno populista de Macri aumentó un 20% el gasto en Seguridad Social y Asistencia Social para el año electoral respecto a 2016, dejando la suma de estos conceptos en el 51,22% del presupuesto. La maniobra no responde a un plan de equidad social ni mucho menos, porque fue ganar las elecciones y pasar de la reparación histórica a los jubilados al recorte brutal de jubilaciones, y de las asignaciones familiares para monotributistas, a un plan para eliminar el 60% de las AUH. Demagogia pura que generó un gasto social 17% superior a la democracia distributiva de CFK.
En 2018 el pago de servicios de deuda ascenderá al 28% del presupuesto nacional. Manteniendo el gasto social, entre ambos conceptos se iría el 80% del gasto público, quedando solo un 20% para sostener los 3 poderes, administrar el país, brindar seguridad, mantener las FFAA operativas, prestar servicios de salud, educación, promover la vivienda, la cultura, y otros.
El pago de servicios de deuda pasó del 7,66% con CFK a un promedio de 12,85% del presupuesto en 2016/17, creciendo sobre el 28% para 2018 ¿Y las LEBACS?
El panorama difícil de un 28% de servicio de deuda, más que cuadruplicando el de 2015, y equiparable al esfuerzo familiar de un crédito hipotecario, se completa con un plan de bajar impuestos a la patronal, a las empresas, a los grandes inversores.
Entonces se impone un ajuste, es necesario en la lógica liberal que lo pague el pueblo. La partida de gasto social bajará al nivel de 2015, pero con una estructura regresiva, ya que la reparación histórica estratificó las jubilaciones. Algunos jubilados estarán mejor que con CFK, la mayoría estará mucho peor. Además, se estima que dejen de otorgarse más o menos la mitad de las AUH para 2018.
El estado seguirá mermando con la excusa de su ineficiencia, promocionada desde las grandes redacciones. Se planea reducir todas las plantas, eliminar “ñoquis y ravioles”, imponer salarios a la baja y luego soltar el dolar.
El achique será generalizado, es recomendable hacerle un agujero más a los cinturones, porque el año que viene toca pagar la fiesta populista de este 2017. Pero no te preocupes, en 2019 van a volver a dilapidar, haciéndonos creer que es el progreso llegando, y solo tras una reelección vamos a disfrutar de 4 años de neoliberalismo salvaje, desnudo y sostenido.