“Grandes estancias estarán pronto a la venta con el fin de la era del régimen kirchnerista” rezan los avisos en los que invitan a extranjeros a adquirir tierras y ríos argentinos por sumas nada módicas, pero aún así son precios irrisorios si tenemos en cuenta que lo que están vendiendo son nuestras tierras y nuestros ríos.. Y sabés quién está atrás de este terreno? El apellido Reynal, dictadura, Austral, secuestro y tortura de Saiegh… Algo de eso te suena? Bueno te lo contamos.
Desde que Cambiemos llegó al gobierno, florecen los negocios inmobiliarios alrededor de acuíferos y tierras consideradas “invaluables” por expertos. Los anuncios remarcan el acceso a ríos no contaminados, cotos privados de caza, micro-climas únicos, paraísos terrenales a la venta por monedas.
En el país ya el amigo de Macri don Joe Lewis realizó una compra similar en Lago Escondido (Río Negro), donde luego cerró el acceso al lago y aprovechó el cauce del río para instalar una represa propia con la que abastecerá de energía al Bolsón (y nos cobrará por eso, claro..). Otro negocio redondo.
Lo ubicás a Joe Lewis no? Es ese millonario que cuando vino Obama Macri fue a visitar al sur en su helicóptero, y que al volver nombró a su ex vocera como Directora de Radio Nacional Neuquén.
Los Reynal y la dictadura
Quien se encuentra ligado a la venta de esta propiedad es Juan Pablo Reynal (ver su CV y emprendimientos) hijo de William Reynal, quien falleció el año pasado y que muchos recordarán por su intervención durante la dictadura militar en el tema Austral (Alejandro Reynal, era en ese momento presidente del Banco Central.. cuando Martínez de Hoz era Ministro de Economía y Videla decidía el destino de nuestro país).
Los testaferros de la dictadura (nota de InfoJus)
El 31 de octubre de 1980, un grupo de tareas parapolicial de unos treinta hombres armados entró al Banco Latinoamericano Inversión (BLA) y se llevaron en dos o tres Falcon a varios directivos. Entre ellos, estaba el arquitecto Eduardo Ezra Saiegh, vicepresidente Ejecutivo y fundador de la entidad que había sido creada en noviembre de 1976 para “participar en la inversión productiva con toda nuestra capacidad técnica y económica”, según su carta de presentación.
La patota de la División Bancos de la Policía Federal, dirigida por el comisario Ángel Iannibelli y su lugarteniente Héctor Edgardo Cereda, paseó a los chupados por el Departamento Central de Policía, la División Bancos de la Policía, la División Robos y Hurtos y otros lugares donde fueron conducidos con los ojos vendados. A Saiegh le aplicaron submarino mojado, lo picanearon, lo vejaron y lo golpearon con toallas mojadas, mientras le pedían que aceptara delitos inexistentes y liquidara su banco.
Austral Líneas Aéreas le debía al Banco Latinoamericano más de siete millones de pesos en créditos. Como garantía, los accionistas privados, entre ellos William Reynal –primo de Alejandro Reynal, vicepresidente del Banco Central–, entregaron en caución los títulos de la empresa. El BLA había resuelto, como no cumplían con los pagos, la ejecución judicial de la deuda y el pedido de la quiebra si era necesario.
“En el tesoro de mi banco estaban las acciones de Austral, caucionadas en garantía. Para estatizar, necesitaban esos comprobantes y, optan por robármelo. El Banco había sido un éxito”, dijo Saiegh a Infojus Noticias. Cuando fue secuestrado, estaba en tratativas para vender su banco al Crédit Lyonnaise, de Francia. “El BLA estaba en venta en 30 millones de dólares, ningún banco compra otro banco fundido”, razona Saiegh.
Finalmente, en enero de 1981 el general retirado Jorge Alberto Shaw y el vicepresidente Bernardo Grinspun firmaron la autoliquidación voluntaria del banco “o acuérdense lo que le pasó a Saiegh”, les dijeron. En febrero, Reynal dejó la vicepresidencia del Banco Central y abrió el MBA (Merchant Bankers Asociados), que sigue vigente hasta el momento. “Me afanaron el Banco para poder estatizar Austral”, concluye Saiegh.
En 1982, Saiegh denunció a Alejandro y William Reynal y a Guillermo Walter Klein, entonces Secretario de Programación y Coordinación Económica del Ministerio de Economía por la autoría intelectual de su pesadilla. Y a otros civiles y militares que ya están muertos, como Albano Harguindeguy, José Alfredo Martínez de Hoz y el propio Videla.
A 34 años de los crímenes y 33 de esa denuncia, aún no hay indagados. Durante la década del ’80 y ’90, se investigó a Alejandro Reynal por extorsión (y no por el secuestro y las torturas), pero en el año 2000 obtuvo un sobreseimiento por proscripción (el paso del tiempo). Cuando cayeron las leyes de impunidad, Saiegh y su abogado Alejandro Rúa pidieron la reapertura de la causa en el marco del Terrorismo de Estado. Pasó por el juzgado de Oyarbide, que nunca avanzó y fue apartado de la causa.
Saiegh apeló. La sala I de la Cámara Federal porteña le dio la razón y consideró que había que tomar medidas y que si se comprobaba un delito de lesa humanidad el sobreseimiento quedaba sin efecto. La jueza María Servini de Cubría dejó la pesquisa en manos del fiscal Eduardo Taiano que tomó varias medidas. Pero Servini entendió que no eran suficientes.
“Los directivos que fueron secuestrados con Saiegh declararon haberlo visto secuestrado y torturado. La jueza entendió que faltan reconocimientos fotográficos de los policías, pero nosotros creemos que ya está probado el delito de lesa humanidad y pedimos que quede nulo el sobreseimiento, se indague a Alejandro Reynal y se lo detenga”, dijo Rúa a Infojus Noticias.
La apelación volvió a la Cámara Federal hace seis meses. Se excusaron varios camaristas. Eduardo Freiler y Eduardo Farah pidieron la intervención de un tercero, seguramente para desempatar sus diferencias en el pedido. El designado es Mariano González Palazzo, un juez mencionado en el escándalo de sobornos para facilitar la excarcelación del empresario ferroviario José Pedraza.
Reynal se casó cinco veces y tuvo nueve hijos cuenta La Nación: Rafael, William, Marcos, Shalimar, Victoria, Juan Pablo, Oliver, Andino y Paula. Juan Pablo es quien figura relacionado a esta venta aunque se desconoce si es el propietario final del terreno o si se encuentra trabajando para un tercero.
Imaginate cuantos “amigos” pueden llegar a hacer negocios así de redondos en nuestro país de la mano del “Cambio”.
Impecable