En la argentina de la posverdad política, un apresurado tweet de la ministra Bullrich, que antepone sus ansias de ser TT a las cuestiones de seguridad nacional, pudo viciar de nulidad una investigación federal que terminó con la detención del peligroso terrorista “Polonga”. Pocas horas después, la cuenta de la ministra fue hackeada. En tiempos donde los actos del posgobierno son difundidos por el posperiodismo, El Disenso no podía quedarse atrás y en esta posinvestigación que va del posperiodismo al absurdo, descubrimos una compleja trama que vincula a Polonga con quien podría ser la gran mente criminal de nuestra era, el escritor e intelectual Jorge Asis.
El pasado viernes 6 de enero los operarios del 911 recibieron el estremecedor llamado “anónimo” de un individuo que se adjudicaba la colocación de al menos once artefactos explosivos. Los objetivos de los inminentes atentados, al decir del terrorista posteriormente identificado por su nombre operativo: “Polonga”, habrían sido la Bombonela, el Monumental y la Casa Losada. El mayor ataque terrorista de la historia latinoamericana estaba a punto de perpetrarse.
“Coloqué diez bombas en la cancha de River y en la Casa Rosada. También coloqué bombas en la de Boca. Mi apellido es Polonga y soy de Olivos” decía el intimidante mensaje divulgado por el diario Clarín.
Inmediatamente las brigadas antiexplosivos de la Policía Federal, en colaboración con especialistas de Prefectura, realizaron operativos anti bomba en los tres clubes, que por fortuna en esas fechas se encontraban prácticamente sin actividad.
Simultáneamente, y en resguardo del peligro que se cernía sobre la seguridad nacional, la División Investigación de Amenazas e Intimidaciones Públicas, de la Policía Federal Argentina inició una investigación en el marco de la que, tres semanas después, se llegó a la identificación y detención de un sospechoso.
“Polonga”, que según publica el portal Infobae sería en realidad Diego José Urbano, fue aprehendido ayer en un operativo antiterrorista de la Policía Federal. Al momento de su detención se encontraba en posesión de un sofisticado dispositivo electrónico de tipo SM-G531M. En estos momentos la policía científica se encuentra en posesión del aparato, abocada a realizar minuciosas pericias. Consultado por el elemento secuestrado, en diálogo confidencial con El Disenso, fuentes allegadas al SIVENDIA aseguraron que “podría tratarse de un artefacto utilizado para comunicación”, de lo que se deduce la posibilidad de que el terrorista no sea lo que en la jerga llaman un “lobo solitario”, sino el engranaje de una red más grande que, según la fuente antes consultada y en concordancia con las editoriales de Alfredo Leuco, podría ser el dirigente kirchnerista Martín Sabbatella, periodísticamente sindicado como responsable de un ladrillazo que en el mes de agosto pasado, y según informó oportunamente el jefe de la policía bonaerense, Comisario General Pablo Bressi, nadie le tiró a Macri en la ciudad de Mar del Plata, y que tuvo como consecuencia el inmediato anuncio de millonarias inversiones en blindaje, provistas por la empresa Dietrich, con el fin de salvaguardar la integridad del Presidente de la Nación. La trama es evidente.
Imediatamente después de la aprehensión de Polonga, la Ministra de Seguridad, caracterizada por su riguroso apego a los procedimientos y su bajo perfil, emitió un sobrio comunicado en su cuenta de Twitter anunciando la detención del terrorista y advirtiendo a los villanos de la gótica Argentina de Bullrich que sus fechorías no quedarán impunes. La foto que acompañaba la difusión del ejemplar procedimiento realizado por el Ministerio de Seguridad para capturar al viril terrorista estaba analógica y digitalmente adulterada para preservar la identidad del sospechoso. Digitalmente, porque se pixelaron sus ojos y su apellido, analógicamente, porque un pulgar en el extremo inferior izquierdo del fotograma bloquea la vista de los dos primeros números del DNI. Con tales medidas de seguridad, y embebida en los alcances doctrinarios de las garantías constitucionales, se pretendía proteger la privacidad y respetar la presunción de inocencia del ciudadano encarcelado por ser Polonga, o por hacerse pasar por tal.
Apenas publicado el anuncio de la ministra, apareció el preocupado mensaje de una usuaria de Twitter advirtiendo a las autoridades que una omisión en las medidas de seguridad permitía identificar al terrorista que todavía no había sido juzgado por las bombas que no puso.
Al poco tiempo de ser informada por la participación de esta ciudadana comprometida respecto a que la divulgación deliberada de datos privados del sospechoso y la declaración ejecutiva de culpabilidad podían causar la absoluta nulidad del procedimiento y garantizar la impunidad del terrorista, la ministra de Seguridad eliminó el mensaje. Brillante desempeño del mejor equipo de seguridad de, por lo menos, los últimos 50 años.
A partir de estos datos, y en esta colaboración exclusiva para El Disenso, decidimos iniciar desde Miami nuestras propias “Investigaciones por amor a la Patria”.
Lo primero que salta a la vista es que el mismo día en que Polonga realizaba las amenazas telefónicas, el escritor Jorge Asis desafiaba públicamente a la Ministra Bullrich, acusándola de mala práxis en la gestión. El mensaje de Twitter terminaba con un sugestivo “ampliaré”.
Este tema ya fue tratado por el prestigioso periodista Gonzalez Bolá en su columna dominical del diario “Trompeta sin Clavijas”: ¿Se trataba de una simple promesa de profundizar el concepto? ¿No estaría el sagaz intelectual denotando quizás la comisión de múltiples atentados con numerosas bombas puestas por su cómplice, Polonga? ¿Acaso no es obvio que Asis le mandó a la ministra un mensaje mafioso? Simples preguntas que el ex funcionario menemista deberá responder ante el juez, m’hijo.
Los vínculos entre Asis y las acciones armadas son de larga data, aunque no se haya podido demostrar su participación en la ejecución del General Allan Gullen, se sabe que por entonces el escritor, efectivamente, estaba en Argentina, cosa que aún hoy no ha sido debidamente explicada. El intelectual peronista también habría tenido un rol muy sensible en los disturbios del aeropuerto de New Berry, según admite él mismo los Reventados, ya que según nos ha dicho en reserva un allegado al autor que prefiere ser identificado simplemente como “Tachito”, sería una autobiografía que, tras no se autorizada por el propio Jorge Asis, fue publicada bajo la engañosa forma de novela.
Ningún especialista ha expresado dudas respecto a que detrás del accionar del ArgenBomber Polonga está la inconfundible mano invisible de Jorge Asis. Quizás por temor nadie se ha animado a denunciarlo abiertamente. El escandaloso silencio respecto a los vínculos que Asis mantendría con Polonga se debe con total certeza a una extensa organización terrorista que estaría extendiendo su influencia sobre todos los estamentos y borrando todas sus huellas.
Durante la tarde de hoy, la cuenta de Twitter de la ministra Bullrich ha sido hackeada por piratas informáticos desconocidos. Un tuitero, que prefiere no ser identificado, publicó pruebas concretas de que le parece que esto es una represalia de Jorge Asis por la captura de su secuaz. La alarma por la seguridad de la ministra cundió de inmediato, las personas que entraron a su cuenta podrían ser de su entorno, e incluso la podrían estar monitoreando.
fuerte denuncia de twittero anonimo.
El polémico escritor, cuyo rostro habla por sí mismo, guardó un expresivo silencio respecto del asunto, y su actitud deja una pregunta flotando en el aire. ¿Qué pasaría si el Polonga no hubiera sido el personaje ficticio de una realidad satirizada por los funcionarios de lo que Asis define como “el tercer gobierno radical”? ¿Qué hubiera pasado si un terrorista de verdad, luego de realizar un atentado real con quizás cientos de víctimas, quedara realmente impune por la inoperancia de un funcionario que hace públicos sus datos y se apresura a declararlo culpable en las redes, para ver si mete un TT?
Por esta y por otras cuestiones, una valoración de la gestión de Bullrich debería llevar como nota un 8, en concordancia con el bambino Bergman que perdió un par de millones de hectáreas porque el pueblo rezó poco, o el presidente Macri que dirigió toda la economía al TPP y a la victoria de Hillary. Minutos antes del cierre de esta edición, una nota explosiva fue entregada por debajo de la puerta de nuestras oficinas de South Beach, el mensajero era un muchacho muy fornido y buen mozo que entregaba la correspondencia en rollers, nada que ver con los carteros de allá, que apessstan! El título era “Bum! el Manifiesto Polonga” el cuerpo del mensaje expresaba simplemente “Soy el Polonga de Olivos y adhiero a lo manifestado por el preopinante Kaczynski” en alusión al famoso “Unabomber”; la misiva anónima estaba firmada por Diego “el Pepe” Urbano, DNI XX.269.915.
Por razones de seguridad la autora de esta investigación realizada desde Miami pidió mantenerse anónima, avisó que si la matan fue Angelichi y pidió que le recemos a la virgen para que nos cure la república.