Mientras el ex comandante del Ara San Juan, Carlos Zavalla, contaba en televisión que su hijo, con cáncer terminal, solo pedía no sufrir, la doctora Carrió lo interrumpió para acotar que ella solo pide que en su velorio le “hagan” arroz con champiñón.
Lilita representa la decadencia sin retorno de la sociedad porteña. De esa deshumanización, de ese cinismo, de esa indolencia rayana con el morbo, el retorno no es fácil.