Mañana miércoles, a las 8 de la mañana, comienza en Tucumán un cuidado circo mediático. En el marco de la investigación del Caso Lebbos, Daniel Alperovich, hijo del ex gobernador, fue citado para una extracción de ADN, mientras que su madre, Betty Rojkes fue citada 2 horas después para realizar una pericia caligráfica . Cambiemos también envió a la provincia a 2 veedores cuya parcialidad está completamente asegurada. Hoy desde El Disenso continuamos descubriendo las maniobras del gobierno detrás del Caso Lebbos.
Esta semana el Ministerio Público Fiscal designó a Carlos Sale como titular, y al doctor Carlos Saltor como su colaborador en la causa que investiga el asesinato de Paulina Lebbos, cuyo juicio oral y público dará comienzo el 6 de febrero de 2018. La actual fiscal de la causa, Dra. Elena Prieto de Sólimo, hará efectiva su jubilación en las próximas semanas, coronando su carrera con una última actuación de servicio, promoviendo la postrera instrucción de dos medidas de prueba políticamente dirigidas.
La primera citación de la fecha es para Daniel Alperovich, hijo de Beatriz Rojkes y José Alperovich, cuyo hermano Gabriel ya fue sobreseído en la misma causa a pedido del Fiscal López Avila, cuando concluyó que la hipótesis impulsada por Alberto Lebbos, denominada “Los hijos del Poder” carecía de sustento, ya que no se había recabado ninguna prueba que le diera veroscimilitud. En el marco de esa investigación, Gabriel Alperovich fue sometido a una extracción de ADN para comparar su material genético al encontrado en el cuerpo de la víctima. La pericia, realizada en 2014, fue un ADN “Haplotipo Mitocondrial” que, a diferencia del ADN nuclear, utiliza la línea ascendente materna y confirma, o niega, a toda la linea familiar de una misma madre. El resultado negativo de este examen generó la certeza científica de que el material genético de su hermano Daniel también es negativo.
Ignorando los resultados de la prueba genética que obra en el expediente desde hace 3 años, fue aceptada la reciente solicitud de la querella para una nueva extracción de ADN. Al conocerse la citación a Daniel Alperovich, TN, Clarín y La Nación solicitaron rápidamente una acreditación especial para darle al evento repercusión nacional. Un examen de ADN, de resultado conocido, para descartar una hipótesis que ya fue descartada en una investigación que lleva 11 años de dilaciones, pero que ha dado importantes frutos como base de operaciones políticas.
La segunda citación es para Beatriz Rojkes, quien deberá presentarse a las 10 de la mañana en el mismo tribunal para participar de una pericia caligráfica. La querella busca dilucidar si es su firma la que se encuentra estampada en un boleto de compraventa de un vehículo que data del año 2006. Al momento del hecho Rojkes era propietaria de una concesionaria que tenía un volumen de ventas anual de cientos de autos, por lo que la firma de la ex Senadora puede encontrarse en más de mil documentos de compraventa de la ciudad de San Miguel. Con esta pericia la justicia busca establecer si Beatriz Rojkes de Alperovich vendió un auto, que no es el Fiat Duna bordó que llevó a Paulina la noche de su desaparición.
Para completar el espectáculo mediático, el Ministro de Justicia, Germán Garavano, otro de los funcionarios que desde el año pasado ha mantenido reuniones con Alberto Lebbos, envió dos veedores. Desde el Ministerio, se solicitó a la Corte de Tucumán el acceso de estos enviados del Poder Ejecutivo a 33 causas cursadas contra opositores a la Alianza Cambiemos, siendo el Caso Lebbos la principal apuesta.
Veedores con parcialidad asegurada
Los veedores de Garavano son Juan Roberto Robles y Ana Colombres Garmendia.
Ana Colombres Garmendia forma parte de una de las familias mas representativas del macrismo en Tucumán. Su primo, Alberto Colombres Garmendia, es el Presidente del PRO en la provincia, legislador provincial desde 2015 y candidato a diputado por Cambiemos en las elecciones de 2017. Los padres de la veedora son propietarios de Molino Sanda SA en Los Ralos, el establecimiento elegido por Mauricio Macri para realizar en su última visita un acto vedado al público. En ese mismo viaje, Macri compartió escenario con el referente local de la Juventud de Cambiemos Agustín Romano Norri, mano derecha de Cano, actual concejal y precandidato denunciado por acoso sexual, quien horas antes del acto con el presidente envió por Whatsapp el escandaloso audio en el que decía que “Eva Perón es puta” y reivindicaba “Viva el Cáncer“.
Juan Roberto Robles es un conocido dirigente radical y abogado personal de José Manuel Cano. Juntos conforman un equipo de trabajo: mientras Robles se dedicaba a representar diversas personas que accionaban legalmente contra el gobierno de los Alperovich, Cano se movía haciendo lobby y llevando el tema a los medios hegemónicos en un esquema de desgaste estratégico para esmerilar la imagen del matrimonio.
En junio 2013, Robles defendió a Karina Pellasio en la denuncia por injurias iniciada por la entonces Senadora Rojkes. Karina es la sobrina de Jesús Pellasio, sindicalista de UATRE, conocido opositor de Alperovich. Luego de que Pellasio agrediera a Rojkes en un lugar público, Robles se ofreció gratuitamente a asumir su defensa. Dos meses después, Pellasio lanzó su carrera política.
En agosto de 2013, un supuesto fotógrafo fue demorado durante dos horas en una dependencia policial luego de iniciarse una discusión frente a un stand del FPV donde se encontraba Sara Alperovich. Robles se hizo presente en el lugar para defender al joven ante la Fiscal Adriana Reynoso, mientras Cano twitteaba respecto al incidente, haciendo cargo al entonces gobernador por “no respetar las libertades ciudadanas y amedrentar a quienes no comulgan con el oficialismo“.
En octubre de 2013, Robles, entonces Secretario General de la UCR se ofreció también a representar a Mariel Banegas, acusada de estafa. En este caso su estrategia fue intentar probarle al tribunal que Banegas era puntera de Betty Rojkes y Sara Alperovich, a través de 2 fotos de la acusada participando en 2 asados del PJ. El material fue aportado por Robles a la causa.
En julio de 2014, Robles representó a Paola Alejandra Ruarte en una denuncia contra el legislador provincial Guillermo Gassenbauer, por “presuntas estafas e irregularidades“. En esta oportunidad, Cano fogoneó la denuncia a través de las páginas de La Nación mientras Robles solicitaba al fiscal federal de feria Carlos Brito, “custodia a cargo de Gendarmería Nacional” porque el padre del denunciado se había desempeñado como Ministro de Seguridad de Alperovich.
En noviembre de 2014, Cano y Robles emitieron un documento vinculando a dealers (narcomenudeo) con punteros de Alperovich. El entonces gobernador les respondió que en lugar de ensuciar a la gente generalizando, que realicen la denuncia con nombre y apellido. La denuncia nunca fue presentada.
En septiembre 2015, Robles patrocinó a Cano en la denuncia por supuesta asociación ilícita en Tucumán para montar “un plan para poner en peligro el sistema constitucional y la elección de autoridades mediante el sufragio libre, universal y secreto“. Esto desembocó en incidentes que mancharon los comicios en la provincia bajo las atentas cámaras de TN/Canal 13 que habían arribado para cubrir una puesta en escena de un supuesto fraude fogoneada desde los medios hegemónicos.
En septiembre de este año, Juan Roberto Robles “extravió” el expediente de la Universidad Nacional de Tucumán en el que se lo acusaba de incumplir con su obligación laboral como profesor adjunto con semidedicación de la cátedra “A” de Derecho Penal II. Robles se justificó aduciendo que se le “traspapeló” el documento que lo investigaba, y la decana Adela Seguí debió ordenar la reconstrucción del expediente desaparecido en manos del “veedor imparcial” del Ministerio de Justicia.
Con estos veedores de alevosa parcialidad el poder ejecutivo nacional presiona a la justicia tucumana violando la independencia de poderes y vulnerando la autonomía provincial. Una avanzada aberrante sobre el sistema republicano federal que se realizará con la cobertura artillera de los medios hegemónicos.