Mientras Larreta encomienda su gestión al Sagrado Corazón de Jesús, a través de su Ministro de Cultura financia obras sacrílegas que profundizan el clima militante y anticristiano en la sociedad. La estrategia a dos puntas consiste en profundizar el conflicto para beneficiarse en las urnas de la reacción conservadora.
Hace algunas semanas Enrique Avogadro destinó 120 mil pesos a una feria de arte que tuvo como evento central un bacanal con reminiscencias de ritual canibal. En la fotografías del evento, Avogadro posó degustando un pedazo una torta hiperrealista con forma de Cristo muerto. Ante la protesta formal del Cardenal Poli, Enrique Larreta expresó su sorpresa y agravio por la ofensa a la cristiandad, asegurando que su ministro mostró un “genuino y sincero arrepentimiento“.
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No obstante, el Ministro Avogadro continúa mostrando su predilección por obras sacrílegas, y destinó otros 120 mil pesos para la obra “Dios”, de Lisandro Rodríguez, que tuvo lugar en el “Festival de Teatro de Rafaela 2018“. Según el parte de prensa, la puesta en escena funde historia y política en “el ritual de una misa en la que el público es invitado a participar“.
La propuesta de Lisandro Rodríguez, según palabras del propio autor, intenta visibilizar “las construcciones de poder que operan todo el tiempo” y asegura: “Vamos a hablar de lo que no se habla” (???).
Cabe aclarar que la versión original de la obra no utilizaba los pañuelos verdes, sino que estos fueron un agregado especial para las épocas que corren.
A tal efecto, a través del Boletín Oficial 5313, en el marco del Régimen de Concertación para la Actividad Teatral no Oficial de la Ciudad de Buenos Aires (PROTEATRO), Avogadro le concedió al dramaturgo un subsidio por $ 120.000.
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Larreta y la política de falsa bandera
En un contexto de anticristianismo militante, Horacio Larreta apuesta a la política de falsa bandera. Por un lado estimula la división financiando movidas anticatólicas de pañuelos verdes, por el otro consagra su vida, su gestión y la Ciudad de Buenos Aires “al cuidado del Sagrado Corazón de Jesús, bajo la protección del Inmaculado Corazón de la Virgen, su Madre, cuyo nombre lleva la Ciudad“, para beneficiarse de la reacción electoral del pueblo creyente. Es que, como, dijo Nicolás Maquiavelo, “no hay nada más importante que aparentar ser religioso“, y esto no se le escapa al Gurú del arte de dividir, por quien Larreta siente un gran aprecio, según hemos visto en la nota “Durán Barba y los 70 millones“.
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Crédito Fotos: Emmanuel Possetto