La aparición de millares de peces muertos y crías moribundas en la cuenca del Paraná encendieron las alertas en varias provincias, y los lugareños adjudicaron la situación a los agrotóxicos arrastrados desde los campos por las lluvias e inundaciones. Desde el gobierno la respuesta inmediata fue negar que los decesos se estén produciendo por envenenamiento y lo atribuyeron a “las altas temperaturas que desoxigenan el agua”. Desde El Disenso te contamos que opinan los científicos del Conicet, que ya habían alertado respecto a la presencia de pesticidas en la cuenca, provenientes de los cultivos de la zona.
Las excusas oficiales
Jacinto Speranza, Ministro de Medio Ambiente de la provincia de Santa Fe explicó que se trata de “un fenómeno natural” y descartó de lleno haya agrotóxicos involucrados: “Los biólogos nos dicen que son procesos naturales por las altas temperaturas; las lagunas y ríos que estuvieron muy bajo por mucho tiempo. Una vez que vino esta crecida, trajo estos peces” (sic). La explicación de Speranza no convenció.
De acuerdo a un informe elaborado en tiempo récord por el Gobierno de Santa Fe, el calor y la repentina crecida de la cuenca provocaron una disminución en los niveles de oxígeno. El documento asegura que la crecida provocada por las intensas lluvias, arrastró materia orgánica desde lagunas internas, que al descomponerse y estar sometida a altas temperaturas, disminuyó los niveles de oxígeno.
La supuesta “falta de oxígeno” no explica los yacarés que aparecieron muertos en la orilla, por eso para los lugareños la razón es otra: las recientes lluvias provocaron crecidas que arrastraron agrotóxicos utilizados en los campos, y al llegar al curso de agua envenenaron a la fauna.
Tanto el gobierno como los habitantes de la zona coinciden en remarcar que el consumo de estos peces es peligroso. “Que nadie compre pescado. Está envenenado, está contaminado y puede morir gente- Llovió muchísimo en la parte norte y en las chacras estaba todo regado con veneno y como llovió mucho, la chacra se llenó de agua y esa agua fue al río y está matando a todos los peces. Alerta máxima en la parte de Chaco, Santa Fe, Corrientes hasta el Sur” explicó desde un video uno de los denunciantes de la situación. El alerta fue apoyado por Eduardo Elizalde, director de la Agencia Santafesina de Seguridad Alimentaria – ASSAL quien explicó que el consumo de estos ejemplares podría ocasionar “un grave riesgo para la salud“.
Agrotóxicos en el agua
Durante 2017, un grupo de científicos del Conicet elaboró un trabajo titulado: “Aparición y destino de pesticidas en el tramo argentino de la cuenca Paraguay-Paraná“. El trabajo publicado en la revista especializada “Environmental Monitoring and Assessment” de la editorial Springer lleva la firma de Etchegoyen, Ronco, Almada, Abelanda y Marino. El informe indica que el tramo argentino de la cuenca del Plata atraviesa regiones dedicadas a la agricultura extensiva e intensiva, principalmente con control químico de plagas donde la utilización de pesticidas ha aumentado en un 900% en las últimas dos décadas, a raíz de la introducción de cultivos biotecnológicos y técnicas de siembra directa.
El objetivo de la investigación realizada por los científicos argentinos fue estudiar la aparición, concentración y destino de los plaguicidas en aguas superficiales y sedimentos del fondo de los principales afluentes y cursos de agua del río Paraguay-Paraná. Para eso, realizaron 22 muestreos en las posiciones distales de los principales afluentes y cursos de agua analizando 23 compuestos pesticidas por cromatografía de gases. Se encontraron endosulfanos, cipermetrina y clorpirifos entre otros.
Todas las concentraciones detectadas en el agua superaron las pautas recomendadas para la protección de la biota acuática.
Los resultados indicaron una distribución de pesticidas generalizada, pero variable en las concentraciones detectadas en toda la cuenca, señalando a la actividad agrícola como fuente de la contaminación, siendo los plaguicidas transportados por afluentes hasta el curso de agua principal, donde alteran la calidad del ecosistema acuático.
El glifosato contamina el río debido a las prácticas agrícolas
En una entrevista realizada por La Capital, el biólogo Damián Marino, el trabajo científico permitió demostrar dos cosas importantes: “Por un lado, la movilidad de los compuestos (el glifosato y su metabolito) a través de los cuerpos de agua de los arroyos pampeanos; y por otro, que el compuesto llega a la desembocadura de esos arroyos hacia el río Paraná“, aunque siempre adherido a los “sedimentos del fondo” porque “en el centro del río no se detecta“. De acuerdo a los resultados obtenidos, los afluentes que aportan mayores concentraciones son los relacionados con zonas de mayor producción de agricultura.
Para el investigador, el glifosato encontrado en la cuenca del Paraná “tiene que ver con la historia de los suelos que, después de las lluvias, drenan hacia los arroyos“, movilizando también materiales como ese herbicida utilizado en la práctica agrícola, “única fuente de aplicación del compuesto al ambiente“. Si bien el estudio realizado desde el Conicet no avanzó sobre el efecto del glifosato en la vida acuática, Marino explicó que hay muchas publicaciones sobre la relación entre niveles de plaguicidas y efectos biológicos que dieron cuenta de efectos crónicos, como cambios de talla o de ciclos reproductivos, o agudos, como mortalidad.
El estudio alertó respecto a la necesidad de prestar atención urgente a las prácticas de agricultura asociadas al control químico de pestes en la región: “Creo que los resultados son preocupantes y que habrá que tomar nota de ellos y diseñar algún tipo de política, o continuar con los estudios para ver si los niveles aumentan o bajan. El glifosato y su degradación, el AMPA, son contaminantes, lo que significa que se está contaminando el río debido a las prácticas agrícolas que dependen del uso de herbicidas” sentenció Marino. La respuesta del gobierno fue categórica: redujeron el presupuesto del Conicet.
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