El Comandante Mayor Balari de Gendarmería intentó intimidarnos para que no hablemos más de él

El Disenso

Ayer por la noche recibimos un apriete por parte del Comandante Mayor de Gendarmería, Diego Conrado Héctor Balari, quien a través de una misiva en la que, luego de recorrer los distintos artículos del código penal que nos haría enfrentar, nos intimó a “cesar en la divulgación de datos referidos a su persona, sin perjuicio ello, de iniciar las acciones legales que correspondan“. Hoy desde El Disenso te contamos porqué Balari está tan nervioso con nuestras investigaciones en el Caso Santiago Maldonado.

Desde hace semanas, y a pesar de la versión oficial según la cual el Comandante Balari arribó al predio a las 16h cuando todo había concluido, en El Disenso hemos señalado la actuación protagónica del gendarme en Cushamen. El 25 de agosto, en el informe: “Gendarmería admite que actuó bajo órdenes precisas emanadas del Ministerio de Seguridad” dimos a conocer un video en el que Balari aseguraba haber dirigido personalmente el operativo en el que sucedió la desaparición forzada de Santiago Maldonado, reconociendo que Gendarmería actuó bajo “órdenes precisas emanadas del Ministerio de Seguridad“.


El 27 de agosto, en el informe: “¿Sabés por qué estaba Noceti en Cushamen?” publicamos un audio en el que Pablo Noceti reveló quiénes, cómo, cuándo y dónde decidieron el asalto a la comunidad, mientras el Comandante Mayor Balari, Jefe del Operativo, admitió el objetivo principal fijado por la superioridad que, de acuerdo a Noceti, era muy claro: “A partir de ahora cualquier tipo de actividad pública que haga el RAM van a ser detenidos y llevados a juicio todos, por cada uno de los hechos que cometan. Cuando corten la ruta 40 los vamos a detener“.

En el mismo informe tomamos un dato publicado por La Nación donde asegura que de acuerdo a la causa, Balari arribó al predio recién a las 4 de la tarde: “fueron sólo 31 efectivos los que ingresaron al predio, cerca de las 11.30, bajo las órdenes del segundo jefe del escuadrón de Esquel, Juan Pablo Escola, el único alto mando presente durante los disturbios y la persecución de los encapuchados. El jefe del operativo y de la agrupación de Gendarmería en Chubut, Diego Balari, y el jefe del escuadrón de Esquel, Pablo Badié, arribaron al predio recién a las 16, cuando todo había concluido, según consta en la causa. Mientras que Fabián Méndez, jefe de escuadrón de El Bolsón, ingresó al predio una hora después“.

Teniendo en cuenta que el juez Otranto no consideró oportuno tomar declaración testimonial a ningún gendarme, la aseveración de que Balari llegó a las 16 horas surge necesariamente de las actas aportadas por Gendarmería Nacional, cuya falsedad queda en evidencia desde que surge el documento filmográfico en el cual el propio gendarme reconoce haber encabezado el operativo en el que desapareció Santiago Maldonado.

Ayer por la tarde, luego de que la familia de Santiago Maldonado anunciara una conferencia de prensa para denunciar que los libros de Gendarmería fueron groseramente adulterados, recibimos un correo electrónico del Comandante Balari, instándonos a guardar silencio respecto de su persona y prometiéndonos sendas acciones penales por lo ya publicado.

Los libros de Gendarmería del 31 y el 1º están todos adulterados. Se nota a simple vista, hay hojas pegadas con cinta scotch, con blanquito están sobrepuestos los nombres, faltan horas y días. Y son los libros de armamento y los libros de los móviles” señaló la Dra. Heredia, abogada de la familia Maldonado, a las 20 horas.

Minutos después recibimos un correo electrónico de intención intimidante firmado por el Comandante Mayor Diego Conrado Héctor Balari con su número de documento, aparentemente desde su casilla de correo y enviado desde una IP geolocalizada en la provincia de Chubut. En el mail, escrito en el estilo de carta documento, no dice nada sobre los artículos que lo ubican a la cabeza del operativo en Cushamen, publicaciones de tal repercusión que fueron mencionadas en el programa de Graña por Nestor Espósito y en el de Sylvestre por Horacio Verbitsky. En cambio, nos intima por el simple hecho de haber referido una vieja nota publicada por El Tribuno de Salta respecto a sus antecedentes de violencia doméstica e institucional, expresando que “por medio de la presente intimo a ustedes a cesar en la divulgación de datos referidos a mi persona, sin perjuicio ello, de iniciar las acciones legales que correspondan“. De este modo, el hombre que con manu militari cumplió a rajatabla las órdenes de Noceti en Cushamen, pretende inhibirnos de mencionar siquiera su nombre en un país en el que la libertad de expresión, como la propiedad de la tierra, parece ser un privilegio de pocos.

En lugar de apretar a periodistas que señalan inconsistencias en la causa, el Comandante Mayor Diego Conrado Héctor Balari debería sincerarse, contar todo lo que pasó el 31 de julio y el 1 de agosto en los operativos realizados en la Lof de Cushamen y contestarle a la gente: ¿Dónde está Santiago Maldonado…?

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