Hoy declara Mauro Gabriel Díaz Cáceres, uno de los policías acusados del asesinato de Facundo Ferreira

El Disenso

Tras confirmarse que el niño Facundo Ferreira de 12 años no disparó ningún arma de fuego, se cayó la versión oficial que aseguraba que se trató de un enfrentamiento armado. El policía Mauro Gabriel Díaz Cáceres, que fue imputado en la causa y según las pericias dio positivo en consumo de cocaína y marihuana durante la noche fatal, faltó a la indagatoria citada para el pasado 27 de junio y deberá declarar hoy ante la fiscal Adriana Giannoni por el asesinato del menor el pasado 8 de marzo en el barrio La Bombilla en Tucumán.

Finalmente se conoció la cara de uno de los policías acusados de haberle causado la muerte al niño Facundo Ferreira. Las imágenes fueron obtenidas por el periodista José Inesta de TN, quién ubicó al policía el martes pasado, cuando se presentó en los tribunales penales de Tucumán, en el marco de otra causa en la que también está imputado por un presunto exceso policial cometido en un operativo en la misma villa “La bombilla” donde vivía Facundo. Según ha constatado el abogado de la familia Ferreira, el efectivo llegó a la escena del crimen con al menos tres causas previas por temas relacionados distintos abusos y excesos en el ejercicio de la fuerza.

Se especula que tras la declaración, tanto Mauro Gabriel Díaz Cáceres como su compañero Nicolás Javier González Montes de Oca, podrían quedar detenidos a pedido de la fiscal Giannoni quien ya cuenta con casi la totalidad de los resultados de las pericias e informes especiales que componen la investigación. El primer informe pericial aseguró que el revólver que supuestamente fue incautado por los oficiales junto al cuerpo de Facundo no tiene huellas ni material genético de ningún ser vivo, y el barrido electrónico confirmó que Facundo no disparó arma alguna, lo que implica que no hubo un enfrentamiento como aseguraron los policías, sino que se trató de un asesinato. A esos hechos se suma que el examen toxicológico realizado por la fiscalía determinó que aquella noche fatal, el agente Diaz Cáceres patrullaba la ciudad de Tucumán habiendo consumido cocaína y marihuana. Adicionalmente, González Montes de Oca fue sumariado por posible consumo de substancias estupefacientes.

Cuando la fiscal fue en busca de las cámaras de vigilancia claves para la resolución del caso, encontró que no había material porque las cámaras no estarían operativas. Casualmente, el agente imputado González Montes de Oca, antes de ser policía se habría dedicado a la instalación de cámaras de seguridad en Tucumán. Por esta razón, la fiscal se abocó a reconstruir el hecho a partir de segmentos de filmaciones personales como la que publicamos desde El Disenso, que evidencia como los agentes hostigaron a Juán, que yacía en el suelo herido de bala. Ante las súplicas del menor, que pedía atención médica para su amigo tendido en el piso a su lado junto a un importante charco de sangre, uno de los agentes le respondió en tono jocoso “sos bien picarito vos, ¿no?, andá y decile a todos ahora”. No se distingue a simple vista si el arma secuestrada a posteriori estaba en la escena, pero el registro deja en evidencia que los agentes habrían optado por burlarse de los menores, sin tomar ninguna medida de auxilio inmediato e incluso demorando el pedido de una ambulancia. El hospital Nestor Kirchner quedaba a escasos 150 metros de la escena. Ante el reclamo de los vecinos presentes, eventualmente se procedió a pedir el traslado del menor. La demora en la atención está siendo investigada como presupuesto de un posible delito de abandono de persona.

Luego de que la fiscal Adriana Gianoni llamara a declarar al médico que atendió en la escena a Facundo, surgieron nuevos datos en la causa. La ambulancia fue requerida casi una hora después de que la policía le disparara a los menores y si bien Juán había solicitado repetidas veces asistencia médica para su amigo, los policías abandonaron a Facundo, que agonizaba sobre el pavimento, habiendo podido acercarlo en un auto al hospital que se hallaba a escasos metros del lugar.

El Disenso
Una captura del video donde Juán pide al policía que ayuden a Facundo

Al llegar la ambulancia, los policías ocultaron que se trataba de una herida de bala y solo informaron que el menor se había caído de la moto. Durante la declaración, el facultativo hizo notar que Facundo estaba inconsciente y realizó su ingreso al centro de salud anotándolo como herido en un accidente de tránsito. Horas después, al realizarle una tomografía, se descubrió que tenía una bala que le había atravesado el cerebro.

Para la ONU se trata de un caso testigo de la violencia policial en Argentina

En la sesión N°78 del Comité de los Derechos del Niño de la ONU , luego de enumerar una gran cantidad de casos respecto a detenciones arbitrarias de niños debido a su aspecto, que fueron seguidas de torturas, amenazas, maltrato, simulacro de ejecuciones, armado de causas, hostigamiento y gatillo fácil, el organismo tomó el asesinato de Facundo Ferreira como caso testigo para ejemplificar el uso excesivo de la fuerza letal contra un niño por parte de las fuerzas de seguridad argentinas.

El Caso

En la madrugada del jueves 8 de marzo, Facundo Ferreira había ido con su amigo Juán a ver las picadas de motos en el parque 9 de Julio, un punto de reunión para niños jóvenes y adultos tucumanos. Cuando los niños de 12 y 14 años regresaban a la casa de su abuela en el barrio Juan Pablo XXIII, más conocido como La Bombilla, la policía tucumana entrenada por la Policía de Los Ángeles, le disparó 11 veces a los menores. Facundo recibió un tiro en la nuca que le provocó la muerte.

De acuerdo al parte policial, los agentes perseguían a 6 jóvenes armados que se desplazaban en motocicletas, y respondieron al fuego de los menores, señalando que el niño disparó primero contra ellos. Esta versión encontraba sustento en el dermotest realizado por Gendarmería. Sin embargo, como El Disenso señaló en exclusiva el 10 de marzo, el examen de dermotest se realizó sobre la mano derecha de Facundo, quien era un niño zurdo. Pasó más de un mes hasta que ese “detalle” fue considerado en la causa, en la que surgió también, a la luz del primer resultado toxicológico, que al menos uno de los policías involucrados en el hecho dio positivo en consumo multisustancia de cocaína y marihuana.

El proyectil que impactó en el cuerpo de Facundo tiene un recorrido ascendente. Entró por la nuca y salió por la frente. Esto implica que su cabeza estaría inclinada hacia adelante. Luego de atravesar a Facundo, la bala rozó la cabeza de Juán, hiriéndolo y dejando su trazo de ADN en el proyectil. De todo esto se deduce que Facundo muy probablemente estuviera abrazando a Juan para no caerse de la moto. La posición en que fue fusilado el niño no condice con la de un pistolero que corre en moto y dispara.

Facundo era zurdo. El dermotest positivo en la mano derecha implicaría, por lo menos, que disparó hacia los policías ubicados atrás de la moto sujetando el arma con ambas manos. Una proeza complicada para un pequeño, e incongruente con la posición que tenía al recibir el balazo. El examen dio igualmente positivo para ambas manos de Juan, que manejaba la moto. Sin embargo, no hay sospechas sobre el examen, sino sobre la interpretación del resultado, ya que las pruebas de parafina hechas por Gendarmería son sensibles a cualquier contenido de pigmentos o combustibles (nitratos, nitritos, bario, plomo y antimonio pueden aparecer en detergentes, aceites, nafta y hasta en los pañales de un bebé) y coinciden con los datos incorporados a la causa respecto a que los niños trabajaron sobre el motor de la moto y cambiaron el caño de escape horas antes de ir a la zona de picadas clandestinas. El resultado del barrido electrónico recibido por la fiscalía esta semana confirma que se trató de un falso positivo y que Facundo no disparó ningún arma.

Según se desprende de las actas policiales sobre el incidente, los efectivos asentaron que dos armas habrían estado en poder de los niños, pero solo un revolver calibre 22 habría sido confiscado por ellos junto al cuerpo de Facundo. La segunda arma nunca apareció, y a posteriori la policía explicó que se habría tratado de un “error de tipeo” en el labrado del acta. El arma hallada en la escena fue sometida a las pericias de rigor, y pudo establecerse que no tenía huellas digitales ni ADN del niño que habría fallecido empuñándola, ni de Juan, ni de ningún otro ser viviente. En el video que acompaña esta nota no se observa a simple vista el arma que luego fuera encontrada junto al cuerpo del menor de acuerdo a la versión oficial.

Los dos agentes de la policía tucumana imputados por el homicidio de Facundo fueron Nicolás Javier González Montes de Oca y Mauro Gabriel Díaz Cáceres, quienes hoy deben presentarse a declarar ante la fiscal Giannoni. De volver a faltar a la cita, son pasibles de ser declarados en rebeldía, dándole intervención a la fuerza pública.

La cobertura del Caso Facundo Ferreira desde El Disenso

No fue enfrentamiento, fue asesinato: la pericia confirmó que Facundo no disparó
Lunes, 18 junio, 2018
Facundo no disparó En la madrugada del jueves 8 de marzo, Facundo Ferreira había ido con su amigo Juán a ver las picadas de motos en el parque 9 de Julio, un punto de reunión para niños jóvenes y adultos tucumanos. Dos agentes de la policía tucumana fueron imputados por el homicidio de Facundo.

Caso Facundo Ferreira: La trastienda del gatillo fácil
Martes, 24 abril, 2018
En la madrugada del jueves 8 de marzo, Facundo Ferreira había ido con su amigo Juán a ver las picadas de motos en el parque 9 de Julio, un punto de reunión para niños jóvenes y adultos tucumanos. Dos agentes de la policía tucumana fueron imputados por el homicidio de Facundo.

La policía de Tucumán “Made in USA”
Publicada el Sábado, 10 marzo, 2018
El 8 de marzo, la policía de Tucumán, entrenada por la Policía de Los Angeles, le disparó por la nuca a Facundo Ferreira, de 12 años.

Seguí las investigaciones de
El Disenso en 👉WhatsApp👈

Este medio se sostiene gracias a la colaboración de nuestros lectores.
Te invitamos a 👉Colaborar con El Disenso👈


Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *