El presidente Macri decidió pasar el fin de semana en un SPA denunciado y multado por trabajo esclavo, que se dedica a revender tierras argentinas a propietarios extranjeros por valores siderales, y donde el valor por noche supera la canasta básica mensual para una familia tipo.
Luego del extenuante discurso de 5 minutos en el que el presidente Macri le entregó a Temer la presidencia Pro Tempore del Mercosur, llegó el momento de las tan merecidas “mini vacaciones” de esta semana. Mauricio se retiró al departamento de Tunuyán a un exclusivo “Resort & SPA” propiedad de Michael Evans, el ex Consultor político de John Kerry, quien fuera derrotado electoralmente por Bush en 2004.
Bajo el nombre de “The vines of Mendoza” se esconde un megaempredimiento multimillonario, que se dedica a vender porciones de tierra adquiridas en argentina a magnates extranjeros para que puedan producir su propio vino. En la actualidad son más de 120 los propietarios de estos viñedos privados y personalizados. El lugar se completa con otros emprendimientos como el restaurant 7 fuegos de Francis Mallmann, Villas privadas, Wine Shop para adquirir productos y diferentes opciones de turismo local. El SPA es parte de LHW The Leading Hotels, una red exclusiva compuesta por 375 hoteles en 75 paises que aseguran ser la colección más lujosa de resorts en el mundo. El costo de la noche en la habitación utilizada por la pareja presidencial es de U$s 995, más de lo que una familia tipo requería en el mes de mayo para adquirir la Canasta Básica Total (CBT) del Indec que además de los alimentos incorpora viajes e indumentaria, y que marca el umbral por debajo de la cual se cae en la línea de la pobreza: 14.665,88.
El exceso de lujo compartido por la primera dama a través de su cuenta de Instagram, se contrapone a las denuncias y multas recibidas por trabajo esclavo.
Según lo publicado por Sol, luego de recibir una denuncia anónima, una delegación conformada por inspectores de la Subsecretaría de Trabajo de Tunuyán y representantes del Sindicato de Obreros y Empleados Vitivinícolas (Soeva), se hizo presente en “The vines of Mendoza” y constatón que la empresa tenía a 32 trabajadores en absoluta precariedad laboral, sin proveerles agua potable ni un baño higiénico. Entre las irregularidades mencionadas en el acta de inspección, se remarcó el transporte en vehículos no autorizados, falta de ropa y elementos de protección laboral, inexistencia de comedor y la existencia de trabajadores migrantes viviendo en carpas precarias con riesgo para su salud y vida.
La empresa fue intimada a presentar la documentación correspondiente a los 32 empleados en un lapso de 48 horas y a proveerle a los trabajadores de manera urgente un comedor, agua potable y sanitarios. Ante la falta de respuestas, se realizó una nueva inspección 3 días después. En esa oportunidad los inspectores encontraron 62 trabajadores más en negro, lo que totalizó 94 trabajadores precarizados. La empresa volvió a ser intimada a presentar los últimos tres recibos de sueldo de los empleados y su inscripción en la ART. Al poco tiempo un grupo de trabajadores de la viña se hizo presente en la Subsecretaría de Trabajo, y denunciaron que la empresa los coaccionaba mediante amenazas.
El socio de Michael Evans en el emprendimiento vitivinícola es el empresario Pablo Giménez Riili, quien fue entrevistado también por Sol luego de que el establecimiento fuera multado por las irregularidades encontradas. En esa publicación, Giménez Riili explicó que la empresa Private Vineyard Estate, que tiene como razón social a Vino Tourism Argentina SRL, tiene 50 empleados fijos que están en blanco. Respecto a los trabajadores que estaban en carpas, usaban como baño una letrina casera y tenían un comedor al aire libre que consistía en un tablón de madera apoyado sobre unos tachos, el empresario reconoció que las condiciones de trabajo en The Vines of Mendoza no eran perfectas pero eran mejores que en otros lugares y aclaró que luego de la inspección las carpas fueron desalojadas “para evitar problemas estéticos“. Según Giménez Riili, los inspectores no tuvieron en cuenta que hay baños y comedores construidos, y remarcaron una anomalía “Que no es querida por nosotros, sino elegida por ellos a muerte“, en linea con el Dr. Blanco, el funcionario de Vidal que días atrás comparó a las personas en situación de calle con perritos que eligen volver al mismo lugar.
The Vines of Mendoza cotiza la venta de cada acre (0,4 hectárea) en U$s 100 mil, y su dueño reconoce haber vendido 400 hectáreas a 150 inversores internacionales, lo que significa que al valor de venta publicado obtuvo una ganancia de U$s 98.800.000.
Los terrenos son vendidos a millonarios extranjeros que desean producir su propio vino y para eso, además de adquirir la parcela, abonan un costo anual de mantenimiento también en dolares. El precio de venta supera ampliamente al de compra original, y asegura su expansión ilimitada por el valle de Uco, de la mano del guiño que le hizo Macri al voltear el decreto que restringía la compra de tierras a extranjeros, pero un par de meses atrás Macri les hizo un nuevo regalo. A través del decreto 225/2017 publicado el pasado 4 de abril en el Boletín Oficial, el presidente autorizó la venta de más de 7 mil hectáreas de La Remonta, tierras del Ejército Argentino en Campo Los Andes, casualmente a minutos de “The Vines of Mendoza”.
De acuerdo a las denuncias realizadas por los vecinos que habitan actualmente dichas tierras, el gobierno tomará deuda publica externa para realizar obras de infraestructura como represas o generación de electricidad a fin de asegurar la instalación de riego presurizado y expandir el sector de cultivo. Las tierras serán vendidas a través de una licitación internacional a U$s 30 mil dólares la hectárea.
El Campo Los Andes, a unos 50 kilómetros de la frontera con Chile, ocupa una franja de aproximadamente 10 mil hectáreas donde habitan medianos productores. Por su fertilidad, las tierras son consideradas de alto potencial de producción. Adentro del predio de La Remonta se encuentra la escuela pública “Presidente Yrigoyen” a donde estudian los hijos de los productores locales. Durante el gobierno de CFK, el dinero obtenido por la venta de tierras propiedad del Ejército iba a engrosar el fondo común del Estado nacional, pero luego de la modificación introducida por el actual gobierno, el ejército retiene el 70% para ser utilizado en equipamiento militar.
“Nosotros somos el Gobierno nacional y no queremos hacer negocios inmobiliarios” dijo Ramón Lanús, titular de la AABE – Agencia de Administración de Bienes del Estado. Pero cabe recordar que el actual gobierno también modificó la Ley 26.737 de Protección al Dominio Nacional sobre la Propiedad, Posesión o Tenencia de las Tierras Rurales, a través del Decreto 820/2016, habilitando a capitales de otros paises la compra irrestricta de tierras argentinas.
De esta forma, Macri permite extranjerizar territorio limítrofe estratégico que hasta hoy pertenecía al ejército, para que empresarios como Evans y Riili inviertan monedas y se lleven millones, mientras los trabajadores argentinos son tratados de forma infrahumana.