Mientras en Santiago toma lista la policía a ver que docentes adhieren al paro, Larreta en Caba solicitó el listado de los docentes que pararon el 29 de febrero y en Corrientes y Mendoza solicitan vía circular datos de los maestros que adhirieron al paro.
En Santiago los efectivos policiales se hicieron presentes en los establecimientos educativos a fin de “tomarle lista” a los maestros a pedido del gobernador Zamora.
En CABA a través de la comunicación Nro. 59 se le solicita a las escuelas la nómina de los docentes que se adhirieron al paro.
La comunicación solicita:
“El envío URGENTE de los listados de los docentes a los que hay que descontar el paro del día 29/2.”
También requiere los datos completos en una planilla Excel especificando:
CUIL, Nombre y Apellido, Establecimiento, Cargo y Nº DE ROL donde afectar el descuento
En Santiago la bajada del gobernador es reprimir a los docentes que hagan paro y poner presión en el gremio. La semana pasada uno de los docentes oradores en la marcha fue apuñalado en la espalda por encapuchados.
En Mendoza directamente desde la Dirección de RRHH de la Dirección General de Escuelas solicitaron la misma información a través del S.I.G.A.
La misma situación se vivió en las escuelas de Corrientes, donde los docentes de varias escuelas capitalinas solicitaron a través de una nota que la dirección “se abstenga de presentar este documento considerado ilegal”, basan su pedido en el hecho de que:
“El derecho a huelga es de raigambre constitucional, y no existe en el país ni en países adheridos a las normas internacionales, disposiciones que avalen la pretensión de poner a los directivos en el lugar de patronal”.
Esto se suma al envío de policías infiltrados en la conferencia de prensa docente, al docente acuchillado en Santiago que antes había sido listado por la policía por concurrir a un acto docente en Frias, la represión con balas de goma en Santiago y a las trabajadoras escolares en La Plata en el Día de la Mujer, numerosas amenazas a hijos de dirigentes docentes y otras maniobras de intimidación y represión a los docentes a los que en una gran mayoría acompañaron con su voto al cambio.
La Revolución de la Alegría ha “resolvido” que los docentes deben acatar lo que Bullrich dice y punto.