El presidente Trump honró su promesa de campaña “Compre Americano” y bajó el único acuerdo comercial que el presidente Macri logró cerrar con Estados Unidos luego de un año de gestión.
El 23 de diciembre de 2016, luego de que el Gobierno de Estados Unidos autorizara la importación de limones procedentes de la Argentina, el presidente Macri expresó “Es una demostración de la seriedad y confianza que podemos generar como país” y se explayó explicando que estos acuerdos “se generan actuando con coherencia en todos los campos“. Tras el anuncio de esta medida, Tucumán comprometió la totalidad de su cosecha al cumplimiento al acuerdo comercial firmado por el saliente Obama, la operación era tan grande que no admitía diversificación ni plan B.
El flamante presidente Trump aprovechó el primer día de su gobierno para cumplir con las principales y más inmediatas promesas de campaña, algo similar a lo que pasó aquí con las retenciones agrícolas. En cumplimiento de la orden presidencial, el Departamento de Agricultura estadounidense (USDA) informó que suspendió la importación de limones argentinos.
“De acuerdo con las orientaciones de la Casa Blanca establecidas el 20 de enero pondrá un alto por sesenta días a su decisión de permitir la importación de limón fresco desde el noroeste de Argentina a EE.UU. continental, que fue emitida el 23 de diciembre“.
Según el Ministro Buryale “se va a postergar por 60 días el ingreso, pero después tanto los limones como la carne van a ingresar” al mismo tiempo desde la Mutual Californiana de Citrus (CCM) festejaron la medida adoptada por el presidente Trump:
“El presidente hizo campaña en una plataforma para proteger las industrias estadounidenses de paquetes comerciales que crean vulnerabilidades innecesarias para la producción nacional, negocios y empleos. La rápida acción de Trump con respecto a la regla del limón argentino es una señal clara de que tiene la intención de cumplir su promesa de campaña“.
Los productores californianos de cítricos remarcaron en ese momento, el impacto negativo que las importaciones de limón argentino podrían traer, recordando la “multitud de plagas y enfermedades” que según ellos “están presentes en el noroeste de Argentina” y que podrían afectar a sus cultivos. A su vez, la polarización de la sociedad norteamericana y los inmediatos movimientos de resistencia cívica no le dan al flamante mandatario espacio para defraudar al sector nacionalista que lo apoya con vehemencia.
Desde que Macri llegó al poder, todas sus medidas estuvieron orientadas a una victoria de Hillary que asegurara un mundo de mercados abiertos. La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca echa por tierra toda la estrategia económica de Cambiemos y la caída del acuerdo del limón es solo el comienzo de una reacción en cadena que devastará las economías abiertas, como la de esta Argentina que eligió el “Cambio” pensando que con este gobierno trasnochado volvía a insertarse en el mundo.