La diputada Alejandra Rodenas expuso durante el debate en Diputados, un fuerte relato sobre el aborto clandestino de una menor de 16 años llamada “Julia”, que según la legisladora, tuvo lugar en el juzgado donde trabajó 17 años. Cuando los medios quisieron reconstruir la historia, salió a la luz que no existió ningún caso similar al relatado. Confrontada por la prensa, Rodena finalmente aceptó que Julia “es una metáfora” y que representa a “todas las Julias” que pasaron por su juzgado. ¿Cuál es el límite para los relatos ideológicos?
El pasado 23 de junio, la ex jueza Rodenas, hoy diputada por Santa Fe, le solicitó al entonces presidente de la Cámara de Diputados, José Luis Gioja, que le diera permiso para “leer un resumen” de un caso que tramitó ante el juzgado del cual ella fue titular durante 17 años en la ciudad de Rosario. La legisladora comenzó el relato situándolo a las 5 de la mañana del año 2010, para luego describir un caso de aborto clandestino que le habría ocurrido a una adolescente de 16 años llamada “Julia” que falleció en el baño de su casa sobre un gran charco de sangre.
La historia, cargada de detalles armados para la ocasión, incluyó el supuesto diálogo con un policía que le advirtió que Julia no era “de las rápidas”, comentario que ella recriminó, luego detalló los diálogos con la madre de la menor fallecida y el testimonio brindado por los padres en el juzgado, como ella le solicitó a la fuerza de seguridad que los hermanitos no vean a Julia muerta en el baño sobre el charco de sangre, para finalizar con el resultado de la autopsia que confirmó que la adolescente “estaba séptica”. Los supuestos diálogos entre la jueza y los padres de la niña fallecida, lograron arrancar lágrimas en la audiencia. La diputada culminó su intervención gritando: “Por Julia, señor presidente, por todas las Julias que me tocó vivir siendo jueza. Y por todas las Julias de la República Argentina“.
Esa misma noche, Rodenas ratificó la historia ante un móvil en vivo de Crónica TV, y luego aseguró en una entrevista radial que “nunca se pudo establecer quién era la persona que le había practicado un aborto” y que “Julia” murió adelante de la madre.
La historia fue tan conmovedora, que Rosario3.com y Telenoche se abocaron a reconstruirla, y ahí fue cuando surgió que no existe en el sistema de consultas del Poder Judicial ni en la Central de Información Criminal Operativa del Ministerio de Seguridad de Santa Fe un caso de muerte por aborto clandestino a nombre de “Julia” en todo 2010. Tampoco en 2009 o 2011.
Ante la investigación de la prensa, varios funcionarios que en ese momento se desempeñaban como fiscales del Ministerio Público Fiscal de Rosario aseguraron no reconocer el caso, y al menos tres ex empleados de su etapa de jueza negaron recordarlo y hasta pusieron en duda la existencia. Dado que la jueza hizo mención a la autopsia de Julia que confirmó que la menor “estaba séptica”, Rosario3 consultó a distintos forenses del Instituto Médico Legal, quienes tampoco tuvieron presente un caso como el relatado por Rodenas.
Ante esta situación, consultada por El Tres y diario El Litoral, Rodenas admitió que “Julia es un estereotipo“, para luego reconocer en Radio Con Vos que esa Julia “es una metáfora” y que es “todas las Julias” que pasaron por su juzgado.
¿Hasta que punto llega la construcción del relato verde?
FILICIDIO:
EMPEZO LA ETAPA DE LAS “MENTIRAS EN PRIMERA PERSONA”
Siguiendo con los 3 pasos del procedimiento rigurosamente planeado para legalizar el aborto, despues de pasar por las dos primeras etapas, a saber:
1.- INSTALAR EL TEMA con subterfugios (Marchas “Niunamenos” “Congreso de mujeres autoconvocadas”) y el apoyo de grandes medios y figuras del espectáculo
2.- ALARMAR con estadísticas y datos falsos….
Llega la tercera etapa. Esta vez, es de suponer, los Senadores no serán sorprendidos con la guardia baja como ocurrió con los Diputados:
3.- MENTIR CON TESTIMONIOS PERSONALES que en todo caso se revelarán falsos después de la votación. Algunos ejemplos:
– Florencia de la V indicando que su mamá murió en un aborto clandestino cuando era una paciente terminal de leucemia según sus propios dichos y el certificado de defunción.
– Cecilia Ousset, la médica militante abortista, quien además de presentarse (falsamente) como católica practicante (algo que rinde), afirmó que practicó 18 legrados (“raspados” despues de un aborto ilegal”) en la guardia de un hospital público en Mendoza; lo que es a todas luces un “bolazo”, como lo afirmaron varios médicos y como puede comprobarlo cualquiera que indague con personal de la salud cuantos legrados por este motivo se realizan en promedio en cualquier hospital público… Son esporádicos y raros.
– Relatos fantásticos, como la estremecedora historia de “Julia” relatada nada menos que por la ex jueza y actual Diputada Rodenas, quien cerró las ponencias en el recinto con los ojos empapados en lágrimas al grito de “Por Julia” “Por Julia”. Ahora reconoce frente a una investigación periodística que Julia nunca existió.
– Mujeres que afirman haber sido violadas o sufrido un intento o que abortaron sin traumas (obviamente ellas) arrancaron estos días.
Empezó el show y los medios aborteros casi todos estarán para darle amplia cabida…
quieren contar que una jueza presentó un testimonio florido y falso cuando no debió hacerlo, porque así prostituyó un relato que no tiene necesidad de mentiras para fundamentarse, porque de ser así estaría muy flojo de papeles. Como no lo está, entonces qué necesidad hay de semejante maniobra? En sociología hay un término nuevo, que fue necesario acuñar, el cual es ESTADACTIVISMO. Este supone la manipulación de las estadísticas para fundamentar con datos aparentemente científicos (con lo de científico q se le puede adjudicar a las estadísticas) una postura ideológica, con el fin de imponerla como sentido común (toda ideología se quiere hegemónica). Bueno, a muchos nos parece que no es ético, que la verdad tan vapuleada por el posmodernismo, debiera prevalecer por sobre los bien intencionados fines que tengamos.