El guiño de Etchevehere a las grandes exportadoras de granos que les permitió adelantar ventas ahorrando retenciones impositivas por u$s 2250 millones le salió caro. Luego de ser denunciado penalmente y perder el rango ministerial, ahora debió dar marcha atrás y anuló las ventas de casi un millón de toneladas.
A través de las Resoluciones 19, 20, 22, 23 y 24 publicadas hoy por la Secretaria de Gobierno de Agroindustria en el Boletín Oficial, Etchevehere anuló gran parte de las Declaraciones Juradas (DJVE) adelantadas por las cerealeras el jueves 30 y viernes 31 de agosto, cuando aprovecharon a registrar ventas a futuro para evitar el pago de las nuevas retenciones que Dujovne anunció 2 días después.
En ese momento, desde El Disenso, te contamos como con la complicidad del Gobierno, las multinacionales habían adelantado ventas por u$s 2250 millones para evitar las inminentes retenciones.
El Registro de Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE) es donde los exportadores “anotan” las transacciones que realizarán a futuro. Para evitar que las grandes exportadoras se anticipasen al nuevo esquema de retenciones que Dujovne iba a anunciar el 3 de septiembre, el Ministerio de Agroindustria debía cerrar las DJVE hasta la concreción de los anuncios oficiales, pero al dejarlo abierto, en tan solo 48 horas, se adelantaron casi el 12% de las exportaciones esperadas para todo 2018, evitando impuestos por entre 562.5 y 1125 millones de pesos.
Entre el jueves 30 y el viernes 31 de agosto, se registraron las siguientes ventas:
Jueves | Viernes | |
Trigo | 240.000 toneladas | 821.787 toneladas |
Maíz | 895.000 toneladas | 2.620.177 toneladas |
Harina de Soja | 953.192 toneladas | 1.497.240 toneladas |
Aceite de Soja | 287.739 toneladas | 339.037 toneladas |
Fuente detalle ventas: Consultora AgriTrend / La Nación |
Quienes mas exportaciones adelantaron (y mas impuestos “ahorraron”) fueron Aceitera General Deheza, Bunge y Cargill.
Pero esa filtración de información privilegiada le significó a Etchevehere una denuncia penal presentada por Marcelo Parrilli por “tentativa de defraudación contra la administración pública“, lo que motivó al ex Ministro a buscarle una solución al problema, que a la vez, lo exculpara ante la justicia.
A través de la 5 resoluciones publicadas por la Secretaría a su cargo, Etchevehere anuló casi 1 millón de las toneladas adelantadas entre el 30 y el 31 de agosto.
Entre las empresas mencionadas se encuentran: Adriana Soledad Durán, Agronisi, Impex, MS Agro, Alicampo, Alimentos de Argentina, Amaggi, Oportunidades Comerciales Agropecuarias, ADM Agro, Broadgrain Argentina, Cervecería y Maltería Quilmes, La Leonor, Maltería Pampa, Servicios Agropecuarios, Surfood, Trading Sur, Cerfoly de Argentina, Green Globe Overseas, Luis vicente Kalbermatter, Monsanto Argentina y OS SA.
La multinacional más afectada fue la estadounidense ADM Agro, a quien se le dieron de baja ventas por 660.000 toneladas de maíz, soja y trigo para pan. La semana entrante se espera la publicación de una nueva tanda de resoluciones con mas anulaciones de empresas que hicieron uso de información privilegiada.
Mientras los agroexportadores aseguran que todas las operaciones fueron realizadas en el marco normativo vigente a la fecha de presentación de las DJVE, Etchevehere busca tapar su propia incompetencia con una solución que le abre un nuevo frente de combate al gobierno con el mayor generador de divisas, ya que al restaurar las retenciones, el gobierno le aumentó al campo la presión impositiva y las quejas del sector no se hicieron esperar:
Según el informe trimestral elaborado por la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), por cada $100 que genera el campo, el Estado se queda con $61.
Cuando las grandes exportadoras que anotaron ventas adelantadas para evadir impuestos millonarios, le compran el grano al chacarero medio, con el tributo ya vigente, el pequeño productor es quien tiene que pagar la retención al Estado, mientras que las multinacionales como ADM hacen un negocio redondo.
De esta manera, el chacarero medio es ahogado impositivamente, mientras el gobierno apaña a las grandes exportadoras amigas, quienes, usufructuando información privilegiada, adelantaron ventas y ahorrándose millones en impuestos, bajo la excusa de la “inoperancia” de Etchevehere.