En enero te contamos que desde la Secretaria General de la Presidencia de la Nación, Marcos Peña solicitó la compra inmediata de aparatología de alta complejidad e insumos para la instalación de un ShockRoom en Olivos. Hoy te mostramos como a esa inversión se le sumó la adquisición de 34 desfibriladores, cursos, carteles y muñecos con el objeto de obtener áreas cardioseguras en las distintas dependencias que habita diariamente Mauricio Macri. Cuanto nos cuesta a los argentinos la tranquilidad del presidente.
Resucitadores, carros multipropósito, electrocardiógrafos, cardiodesfibriladores, respiradores, equipos de ventilación, bombas de infusión, camillas para traslado en helicóptero, Carro de paro y 96 renglones de suministros médicos de alta complejidad que hacen la envidia de los hospitales públicos argentinos fueron adquiridos para uso exclusivo de Mauricio Macri, Juliana Awada y su hija Antonia. El proceso de compra 23-0054-CDI17 fue solicitado por la Unidad Médica Presidencial “con el fin de prestar la atención médica correspondiente para el Señor Presidente y su respectiva familia“.
Si bien desde la prensa hegemónica se suele fomentar la versión del “dolor de rodilla” como excusa a los problemas de salud del presidente, el hecho de gastar una cifra millonaria en la instalación de un ShockRoom de alta complejidad en la quinta de Olivos está bastante alejado de un problema traumatológico, ya que en el listado no figuran equipos portátiles de rayos ni de ecografía, y le da mayor entidad a las versiones que hablan de ataques de pánico y picos de estrés que el primer mandatario vendría sufriendo de un tiempo a esta parte, hecho que hasta la fecha no fue confirmado por la unidad medica presidencial, aunque esta millonaria compra de urgencia expresa la preocupación de su entorno.
Lo que si fue confirmado recientemente luego de una ecografía abdominal realizada el pasado 23 de mayo, es que al presidente Mauricio Macri se le detectó un quiste pancreático preexistente de carácter benigno que, de acuerdo al comunicado oficial, “no requiere de tratamiento“. Tal vez esta sea la razón para que a la compra de los materiales para el armado del ShockRoom presidencial se sumara la semana pasada el proceso de compra 23-0037-LPR17 con el objeto de obtener áreas cardioseguras en los ambientes que frecuenta el presidente.
La compra incluye 34 desfibriladores, 27 gabinetes de acero de alta resistencia señalizados con alarma sonora de apertura de puerta y llave de seguridad para resguardar los aparatos. Pero para que todos en Casa Rosada estén preparados ante una eventual emergencia, Marcos Peña incluyó en la orden de compra 4 muñecos de entrenamiento para CPR, 19 capacitaciones de 2 horas para 25 personas cada una, a fin de asegurarse que 475 trabajadores sepan como realizar maniobras de CPR, 8 certificaciones legalizadas individuales para los Hangares, Residencia Presidencial de Olivos, Aeronaves, Casa de Gobierno y cochera presidencial, y finalmente 200 Carteles indicativos de “desfibrilador más cercano”.
La fiebre de los desfibriladores y el ShockRoom en Olivos nos costará a los argentinos $2.493.799,87
Ojalá todos los Hospitales Públicos tuviesen la suerte de tener un ShockRoom de alta complejidad con inversión millonaria, como el que le vamos a pagar al presidente Macri en Olivos y 34 desfibriladores a estrenar ante cualquier eventualidad, pero en la vida real los hospitales se quedan sin luz, fallan los generadores, se quedan sin respiradores y el personal tiene que bolsear a los bebés de neonatología durante media hora como ocurrió recientemente en el Hospital San Martín.
Me suena a que estan preparando una salida elegante cuando todo se vaya a la mierda y justo MM se enferme y tenga que “dejar el cargo por problemas de salud” y no por el desastre que hizo con el pueblo.