Macri mandó a vaciar todos los naranjos de la Plaza Independencia y alrededores por miedo a que le peguen un naranjazo el 9 de Julio.
En esta oportunidad la posibilidad de recibir un naranjazo en público, hizo que desde el entorno presidencial ordenaran vaciar los naranjos que adornan la Plaza Independencia y alrededores.
La Plaza Independencia en Tucumán está desde 1870 adornada por frondosos naranjos, que inundan el aire de aroma de azahar y han servido de inspiración a numerosos poetas.
Ante el pánico de encontrarse con una situación similar a la ocurrida en mayo del 96 contra Antonio Bussi y dado que en numerosas oportunidades las naranjas han servido en Plaza Independencia como proyectiles en las protestas, Macri y su entorno creen que podrían ser utilizadas con similares fines por vecinos no muy felices con las actuales políticas socio-económicas de su gestión.
Así, el héroe de la guerra contra el bache, el prócer que liberó a la patria del yugo del chori en el acto público, se consagra hoy en el azote de los naranjos y pasa a la historia como el primer presidente argentino que proscribió las naranjas de los árboles.