En otra perversa metáfora, luego de enviar el viernes a última hora al Congreso los tres capítulos de la Reforma Laboral, el 1° de Mayo el presidente Macri se acercó a felicitar a quienes no cobran por su trabajo. Durante su visita al cuartel de Bomberos Voluntarios de Vicente López realizó una sesión de fotos para redes. Desde El Disenso escribimos sobre Iron Mountain y la causa que investiga el atentado con la finalidad de destruir pruebas sobre lavado de dinero.
Como una nueva burla hacia los trabajadores, Macri decidió festejar su día junto a quienes trabajan “voluntariamente” y sin recibir remuneración alguna por su desempeño. “Acá en el Cuartel de los Bomberos Voluntarios de Vicente López, compartiendo con ellos una linda charla sobre uno de los trabajos más lindos y más comprometidos con la comunidad” expresó Macri desde un video que colgó en sus redes.
Iron Mountain
Que Macri eligiera fotografiarse sonriente junto a los bomberos no es naif. El 5 de febrero de 2014 tuvo lugar el incendio intencional de Iron Mountain, cuyo saldo fue de 10 personas fallecidas a raíz del atentado y 2 rescatistas que se suicidaron a posteriori. El incendio se inició a las 8 y media de la mañana, en el depósito de archivos de Iron Mountain, en el barrio de Barracas. Macri no se acercó al lugar sino hasta pasadas las 7 de la tarde. El Jefe de Gobierno conocía bien a Iron Mountain, era la empresa elegida por las empresas de su familia para guardar los papeles importantes.
Esta no es la primera vez que la empresa Iron Mountain sufre el incendio de sus depósitos con la consecuente perdida de documentación sensible. En el año 1997 en Nueva Jersey se le incendiaron 3 depósitos, en 2006 se repitió la tragedia en Londres y Ottawa, y en el año 2011 lo mismo sucedió en un depósito en Italia. De acuerdo a las investigaciones realizadas en cada país se determinó que al menos 3 de los 6 siniestros fueron intencionales.
Un detalle que llamó la atención de los investigadores, es que el GCBA tomó la decisión de no presentarse como querellante en la causa que investiga si se trató de un hecho intencional.
Desde un principio, los bomberos sospecharon que no se trató de un incendio accidental, y de acuerdo al detalle de las empresas que guardaban ahí sus papeles y la sensibilidad del material, la hipótesis más fuerte es la que investiga que el atentado se originó con el objetivo de destruir documentos relacionados al lavado de dinero.
Lavado de dinero
De acuerdo a un detalle publicado por Télam, entre las entidades que guardaban documentación en el depósito incendiado se encontraban cajas de Sideco Americana (Grupo Macri) caratuladas como “Coima”, y que de acuerdo a un informe de Tiempo luego aparecieron misteriosamente en el depósito de Iron Mountain en La Boca para terminar en el escritorio del Fiscal Marijuán, tras una denuncia de Carlos Gonella de la Procelac. La documentación estaría relacionada a una planta de GNC en Perú desarrollada conjuntamente por Sideco y PetroPerú en 2007.
El HSBC perdió entre 20 y 25 mil cajas rotuladas como “Lavado de Dinero”, “Lavado de Dinero Premier”, “Cablevisión U$S250 millones” y “Cablevisión Prospects”. El JP Morgan perdió casi la totalidad de sus 4400 cajas. Monsanto y Exxel Group informaron la perdida de cajas junto con el Banco BNP Paribas, que denunció haber perdido 251 cajas vinculadas al sector Comercio Exterior con registros de transacciones con entidades relacionadas al banco en Islas Caymán y otras que habían sido archivadas como “Antiterrorismo”. El Banco Patagonia tenía 55.131 cajas, algunas rotuladas como “Lavado de Dinero” y “Network Efficiencies”.
De acuerdo al detalle presentado por Iron Mountain, el laboratorio GlaxoSmithKline perdió 1073 de 3219 cajas, pero la información fue negada por la empresa, que solo admite la perdida de 44 cajas con facturación de 1999 y 2000. Un caso similar se da con Deloitte, que negó su vínculo con Iron Mountain pero informó la pérdida de más de 1700 cajas “con información de empresas, bancos y laboratorios“.
En el marco de una investigación por lavado de dinero iniciada en el año 2014 por la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (PROCELAC) en conjunto con la Comisión Nacional de Valores (CNV), se confirmó que en 29 causas relacionadas a delitos tributarios y lavado de dinero, las empresas investigadas guardaban sus papeles en el depósito siniestrado.
En febrero de 2015 los peritajes oficiales realizados por la Policía Federal determinaron que se trató de un incendio intencional. Los profesionales encontraron “rastros de sustancias combustibles” y de acuerdo al informe pericial se estableció que “el foco del fuego se produjo por dispositivos colocados al efecto“. Los investigadores hallaron entre los escombros, “restos de conductores y transformadores de energía, que no se correspondían con partes de equipos del lugar“. El informe de la Policía Federal fue confirmado por un segundo peritaje encargado al Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI).
El 6 de marzo de este mismo año, el juez Pablo Ormaechea dictó el procesamiento sin prisión preventiva a 12 ex funcionarios del GCBA: Vanesa Berkowski, Pedro Chapar, Roberto Chiesa, Luis Cogo, Alberto Graciani, Ricardo Grunfeld, Silvia Hers, Gastón Laugle, Felix Lugo, Esther Moroni, Jorge Papanicolau y Rafael Roldán, quienes además recibieron embargos de entre 7 y 17 millones de pesos cada uno. El magistrado también procesó y embargó por 20 millones a cada uno de los directivos de Iron Mountain: Christian Castiñeiras, Héctor García, Guillermo Lockhart y Eduardo Sueyras Parra, y también quedó imputado en la causa Oscar Godoy, vigilador de la empresa Segurplus. Juan José Gómez Centurión, quien a la fecha del atentado se desempeñaba como responsable de la Agencia Gubernamental de Control, y era el principal responsable de la habilitación y fiscalización del depósito siniestrado, no fue imputado ni procesado en la causa.
El Ingeniero Edgardo Castro, ayer inspector del GCBA y hoy delegado de ATE, miembro de la Agrupación Nacional Clasista y Antiburocrática (ANCLA) y militante del MST, asegura que el pidió la clausura del depósito de Iron Mountain en 2008, pero que las actuaciones desaparecieron del GCBA a manos del Gerente Operativo de inspección del GCBA, Fernando Cohen.
Cohen fue filmado en 2015 en una cámara oculta dada a conocer desde C5N, donde aseguraba que Mauricio Macri lo llamaba por teléfono para frenar las clausuras a comercios y establecimientos propiedad de amigos suyos.