El gobierno eliminó por decreto la obligación de liquidar en el mercado local las divisas ingresadas al país por exportaciones de bienes, servicios y materias primas. Vuelve el festival de fuga de capitales.
En agosto de 2016 el gobierno aumentó el plazo para el ingreso de divisas de exportaciones, pasando de los 30/60/90 días vigentes durante el gobierno de CFK a 5 años. Un par de meses más tarde, a través de la Resolución SC 47-E/2017, el plazo fue nuevamente extendido a 10 años, pero los 3650 días anunciados no fueron suficientes, por lo que ayer el gobierno finalmente eliminó la obligación a través del decreto 893/2017 publicado en el Boletín Oficial, permitiéndole a los exportadores trabajar el dinero en el exterior secando la plaza local y convertiéndose en prestamistas de la deuda que el país deberá tomar para afrontar sus obligaciones.
Esta decisión desfinancia al estado
La financiación que el estado no recibe de las exportaciones deberá salir a buscarla en el mercado financiero, tomando mas deuda, de hecho, los mismos empresarios que no ingresan los dolares al país para evitar pagar impuestos podrán constituirse en prestamistas de la deuda que Argentina deberá tomar para afrontar sus compromisos pactados por este mismo gobierno.
Actualmente, la fuga de capitales supera a la deuda externa argentina. El presidente del BCRA, Federico Sturzenegger, dijo que “Argentina es acreedora neta respecto del mundo”, debido a que el sector privado acumula activos externos brutos por USD 226.000 millones frente a una deuda externa total de USD 158.000 millones pero según las estimaciones de los ex investigadores del Cefid-Ar, se eleva el stock fugado del país hasta 500.000 millones de dólares, alrededor del 80 por ciento del PBI.
Cambiemos logró que los empresarios exportadores que antes pagaban impuestos, ahora cobren intereses, prestándole dinero a Argentina cuando tenga que tomar deuda para efectivizar las obligaciones contraídas.