¿Seriamente creíste que Macri había adoptado un perrito de la calle durante la campaña? ¡Qué la inocencia te valga! Esta semana Revista Noticias dio a conocer la verdadera historia de Balcarce, el perrito del PRO, otra puesta en escena a las que Macri ya nos tiene acostumbrados.
Durante la campaña se vendió al “perro Balcarce” o “el perrito del PRO” como una adopción responsable por parte de Mauricio Macri, una incorporación a su familia. Pero tal vez ya llegó la hora de aclararle a los crédulos que el can no es del Presidente, sino de una de una militante PRO, colaboradora del equipo de comunicación, quien lo encontró en la calle y lo adoptó a mediados de 2015. Como en ese momento no tenía lugar en su casa, el perro se alojó temporalmente en la sede nacional del PRO en Balcarce 412 (la sede de la Fundación Pensar, usina de ideas del PRO).
Balcarce pasó a tener cuenta de Facebook y de Twitter en un abrir y cerrar de ojos, y decenas de fotos del perrito con distintos referentes del PRO inundaron la red. Esta movida marketinera le valió a Macri el voto de miles de proteccionistas que compraron su súbito amor por un PP.
Con acento francés y algo más..
Ella es María Agustina Bonnecarrere, la verdadera dueña de Balcarce:
Puppi Bonnecarrere es la militante PRO que se desempeña como editora de fotos respondiendo a Julián Gallo (director de contenidos y estrategia en las redes sociales y la web del PRO) y, según Noticias, está en pareja con Pablo Pérez Paladino, director de Comunicación del Ministerio del Interior.
La publicación señala a la mujer como “polémica” por el contenido de sus tweets (desde su cuenta @puppilin), ya que no ahorra palabras desatinadas al referirse a Evo Morales como “el bolita” habla de Boudou y su novia como “tienen pinta de gordos carniceros sin bañarse” y asegura que le “genera violencia su corte de pelo” (?).
Respecto a la muerte de Videla:
Y tampoco ahorra elogios hacia CFK:
“Gordos” “pinta de carniceros” “negros sucios” son parte de la terminología que la militante PRO de apellido francés utiliza para dirigirse a allegados al gobierno kirchnerista, utilizando las redes sociales para descargar toda su ira a través de mensajes violentos hacia quienes piensan diferente a ella. Otro miembro de la revolución de la alegría.
Volviendo al perro..
En la nota de la revista Noticias, Gallo asegura que “Balcarce era una anécdota, una nota simpática, pero después apareció un interés muy grande de parte de la audiencia”, aunque detalla que el can “no es tan simpático como parece en las divertidas fotos”.
Balcarce es, en síntesis, una mera estrategia marketinera de Duran Barba, un perro que no es siquiera simpático pero le “sirvió” a Macri para juntar un importante caudal de votos. Es que un perro de la calle, sin pedigree, ¿Qué lugar podría ocupar en la familia del máximo referente de un partido en el que hasta la grasa militante lleva acento francés…?